Una Iglesia llena del poder del Espíritu Santo, que conoce y vive la Escritura (Santa Biblia), que predica con fervor el Evangelio, que descubre y usa los dones que Dios le ha concedido, que está en constante crecimiento, y en la que cada uno de sus miembros es feliz porque experimenta una relación viva y personal con Jesucristo.

sábado, 2 de abril de 2011

La venida de Jesús y su Contexto

Domingo 3 de Abril de 2011


Pero antes él tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por esta generación. Lucas 17.25(NVI)


Todo lo que Jesús le dijo a los Judíos en sus audiencias encajaba en un contexto histórico. La mayoría de los Judíos conocía su historia. La culminación de toda su historia sería el momento en que el Mesías llegara para “hacer las cosas como eran antes”. ¿En qué pensaban?


En la historia Judía, habían dos ejes polares: el éxodo de Egipto, y el exilio en Babilonia. El éxodo es la historia que da un giro de ser esclavos un día, hasta ser un pueblo libre el próximo. Dios libertó a su pueblo de la esclavitud de Egipto (alrededor del 1200 A.C.). Era una historia de libertad. Era una historia de un Dios mucho más grande que los dioses de Egipto. Era un tiempo de cantar, danzar, y contar historias – para las generaciones por venir.


Luego vino el exilio. Era una historia de juicio acompañada de un intenso sufrimiento. Los judíos tomaron exilio en el 587 A.C. Fue un tiempo de devastación y lamento. Fue una experiencia terrible. Obviamente, cuando Jesús llegó a escena, los judíos estaban históricamente más cerca a la experiencia del exilio que el éxodo. La caída de Jerusalén se narra en los libros de 2 de Reyes 25 y Jeremías 52. Lo que les sucedió en el exilio era repulsivo. La pérdida fue total. El canibalismo y el sacrilegio eran horrores gemelos que acechaban las calles de Jerusalén. Niños inocentes muertes. Sacerdotes asesinados a plena luz del día, desafiando a Dios para que interviniera.


Bajo cautividad, el pueblo Judío sufrió inmensamente. Poca esperanza se veía venir. Aun cuando regresaron, y con el retorno de alguna semblanza de sanidad y religión en su propio templo, sus esperanzas se desvanecieron una vez con la llegada de las legiones Romanas. Ahora vivían en su propia tierra, pero estaban tan cautivos como cuando estaban en Babilonia.


Fue en este pensar que Jesús vino. ¿Sería él quien trajera nueva vez la libertad que una vez conocieron con el éxodo de Egipto? ¿Pondría él fin a su sufrimiento – en manos de Roma y en manos de los sacerdotes del templo? ¿Qué opina usted de lo que realmente pensaron ellos cuando él llegó a Jerusalén en un pollino? ¿Cree usted que estaban listos para un Dios que vino no a terminar su sufrimiento, sino a unirse al de ellos, y acompañarlos en el mismo? ¿Qué habría pensado usted, si hubiera sido un Judío cuando Jesús vino?


Oración: Jesús, gracias por sufrir por nosotros – y con nosotros. Amén.


Preguntas:
1. ¿Qué más pudo haber hecho Jesús para encontrar su razón de venir?
2. Describa el amor de Dios por el pueblo Judío.

Era Yo

Sábado 2 de Abril de 2011


Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. «La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—. Mateo 9.36-37(NVI)


Ellos también le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o como forastero, o necesitado de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?” Él les responderá: “Les aseguro que todo lo que no hicieron por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron por mí.” Mateo 25.44-45(NVI)


Cierre sus ojos por unos pocos segundos. Imagínese que está parado detrás de la central telefónica en el cielo. Dios está contestando la llamada. Escuchemos…


Persona que llama: Hola, Dios. No puedo dormir esta noche.
Dios: ¿Por qué, te fuiste a la cama cansado?
Persona que llama: Sí. Pensé que estaba lo suficientemente cansado para dormirme. Pero no puedo. Sigo viendo los rostros que vi hoy, y no los puedo olvidar.
Dios: Cuéntame sobre eso.
Persona que llama: Primero, le prometí a mi vecino que iría al asilo por él a entregarle un paquete a su anciana madre. Una enfermera me llevó a su habitación. Había ancianos por doquiera. Algunos me querían tocar. Otros decían cosas sin sentido. Otros vociferaban. Uno maldecía.
Dios: ¿Y eso te molestó?
Persona que llama: Sí, porque normalmente no voy a lugares como ese. Se veía tan vieja, su rostro tan arrugado. No podía ni siquiera hablar. Le entregué el paquete, y luego ella se acercó a tocarme. Pero yo no quería tocar a alguien así. Y sus ojos, nunca olvidaré sus ojos. Sencillamente salí corriendo.
Dios: ¿Qué más sucedió?
Persona que llama: Tuve que correr a una tienda de la esquina a comprar un par de cosas. Entonces, justo en la puerta había un hombre con una cara sucia, sin afeitar, naríz congestionada, manos sucias, y estaba temblando. Parecía hambriento, y estaba tan sucio.
Dios: ¿Es por eso que lo recuerdas?
Persona que llama: Cuando entraba a la tienda, el empezó a decir algo, y ya sabía yo que iba a pedirme dinero. Sabes, yo no le doy dinero a gente así; Yo doy dinero a mi iglesia, pero no a gente sucia.
Dios: ¿Te pidió dinero?
Persona que llama: Ni siquiera le di la oportunidad. Pero cuando le pasé por el lado, me miró a los ojos, como si fuese a decirme que sabía lo que yo estaba sintiendo dentro de mí.
Dios: Vaya día que has tenido. ¿Algo más sucedió?
Persona que llama: Camino a mi casa, mientras pasaba por un hogar de gente con discapacidad, un niño se atravesó en el camino tratando de recoger una pelota, y pisé los frenos de forma repentina. El niño se cayó, pero no le atropellé.
Dios: De seguro que pasaste un gran susto.
Persona que llama: ¡Estaba frenético! Salí del vehículo, y le pregunté si estaba herido. Solo me miró, y era obvio que era retardado. Murmuró algunas palabras, luego se sujetó a mis brazos y me agarró las manos. ¡¡Señalaba la pelota, y quería que jugara con él!I
Dios: ¿Y lo hiciste?
Persona que llama: Pero, ¿Cómo, Dios?.. ¡Has de estar bromeando! Aún así, la mirada en su rostro al momento en que arrancaba en el vehículo todavía me persigue. Parecía tan desilusionado. ¿Por qué tenía que sucederme esto hoy …Dios?
Dios: Te lo diré. Yo era aquella anciana del asilo que quería tocarte. Yo era aquel sucio vagabundo. Yo era el niño que quería jugar a la pelota contigo.


Oración: Jesús, muéstrame cómo puedo hacer lo que harías tú si estuvieras en mi lugar. Amén.


Preguntas:
1. ¿Cuando has “hecho tú algo a uno de estos *pequeños”?
2. Qué sentimientos afloran en usted al leer los versículos de la lectura de hoy?

Testimonio de Nueva Vida

Viernes 1 de Abril de 2011


Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. Mateo 28.18-20 (NVI)


El año pasado, el Rev. Vidya Sagar, de Hyderabad, India solicitó permiso para traducir los Devocionales de Cuaresma al idioma Telegu. Luego, usó cada devocional como el material de prédica para los 46 servicios celebrados durante Cuaresma. Cada servicio fue escuchado por altavoces en el pueblo en donde está ubicada la iglesia. Una noche, él predicó sobre “El Reino de Dios”. He aquí el testimonio de una joven Hindú de 25 años de edad – ¡y de lo que sucedió durante Cuaresma!


“Mientras terminaba de lavar mis ropas, y estaba a punto de ponerlas a secar en la terraza de mi casa una noche; Escuché un mensaje por los altavoces que decía que Dios había venido a tí, y que estaba dispuesto a entregarte ese Reino a tí. Por curiosidad, me detuve para escuchar de donde venía ese mensaje. Vi que venía de la iglesia cercana que está a dos cuadras. Toda mi vida iba yo a los templos y ofrecía mis oraciones, pero nunca en mi vida había escuchado de ese Dios, quien vino a la gente, y estaba dispuesto a darles un Reino. Sentí un pequeño deseo en mi corazón de acercarme a la iglesia el día siguiente. Así que de alguna manera me llené de valor y fui hasta el portón de la iglesia y escuché (no me atreví a entrar). Pero para mi sorpresa, la esposa de ese pastor vino y me invitó a entrar. Por primera vez en mi vida, entré a una iglesia Cristiana. Escuché gente cantando con gran gozo. Algunos compartían sus experiencias sobre Dios. Todo era tan diferente en nuestros templos en donde nos paramos en largas filas esperando nuestro turno para ofrecer nuestras oraciones al sacerdote del templo, y luego salir. Cuando el Pastor Sagar se paró a dar el mensaje, me sorprendió ver que es el director de la escuela. Su esposa me dijo que es tanto pastor como el director. El decía que Jesús vino a la gente diciéndoles que el Reino se ha acercado y que necesitamos prepararnos para entrar en ese Reino ya que está hecho para todos nosotros. También dijo que el primer paso en la preparación es el ser HUMILDES, y aquellos que son humildes también serán amados por el mismo Dios. Este sólo pensamiento tocó mi corazón y empecé a asistir a la iglesia día a día.
Los mensajes que hablan de que somos la sal del mundo, que somos la luz del mundo, tocaron mi corazón de manera muy profunda. Lentamente aún sin darme cuenta, mi corazón empezó a amar a este tipo de Dios. De repente quería yo ser parte de este tipo de gente que sabe cómo tener paz, gozo y salvación aún viviendo en este mundo. Aprendí que creyendo y teniendo fe en Jesús, pude ser parte de este Reino. Esta iglesia ahora es mi familia, y fui bautizada por el pastor Sagar el Domingo de Ramos.
Ahora he sido cambiada, por causa de Jesús, los testimonios de quienes le siguen, y la presencia de Dios en mi vida.”


Oración: Jesús, gracias por traer esta mujer a tu Reino de Vida. Amén.


Preguntas:
1. ¿En qué momento ha traído su testimonio luz y vida a alguien más?
2. ¿Qué significa el Reino de Dios para usted hoy en día?