Una Iglesia llena del poder del Espíritu Santo, que conoce y vive la Escritura (Santa Biblia), que predica con fervor el Evangelio, que descubre y usa los dones que Dios le ha concedido, que está en constante crecimiento, y en la que cada uno de sus miembros es feliz porque experimenta una relación viva y personal con Jesucristo.

domingo, 24 de abril de 2011

Domingo de Resurección

24 de Abril de 2011


Después del sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve. Los guardias tuvieron tanto miedo de él que se pusieron a temblar y quedaron como muertos. El ángel dijo a las mujeres: —No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. Luego vayan pronto a decirles a sus discípulos: “Él se ha levantado de entre los muertos y va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán.” Ahora ya lo saben. Así que las mujeres se alejaron a toda prisa del sepulcro, asustadas pero muy alegres, y corrieron a dar la noticia a los discípulos. En eso Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron. —No tengan miedo —les dijo Jesús—. Vayan a decirles a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y allí me verán. Mateo 28:1-10 (NVI)


Contra viento y marea, se revirtió lo irreversible!!!


Las mujeres que supieron primero sobre la resurección habían venido al sepulcro aquella mañana para embalsamar a Jesús. Vinieron sin esperanza; estaban resignadas a su muerte. El terror del Viernes había terminado. La pena y el llanto del Sábado todavía estaba con ellas, y vinieron de luto, a preparar su cuerpo para la larga jornada de descomposición. Vinieron sin esperanza alguna. Después de todo, ¿Que no es la muerte algo irreversible?


Un angel les recordó la profecía dicha por el mismo Jesús de que al tercer día resucitaría de los muertos. Corrieron a decirle a los discípulos, quienes no les creyeron. Porque, después de todo, ¿acaso no es la muerte algo irreversible?


Los soldados que hacían guardia frente a la tumba de Jesús eran los únicos testigos del más grande milagro de la historia. Mateo narra “estaban como muertos.” Cuando vieron lo que sucedió, y que sus propias vidas estaban en peligro, no tuvieron ningún problema en cambiar lo que habían visto por una mentira, que fuera fácilmente creída por los sacerdotes y líderes Romanos. Después de todo, ¡la muerte es irreversible!


¡Retrocedamos un poco en el tiempo! No muchos días antes de su muerte en la cruz, fue este mismo Jesús quien dijo “¡Lázaro, ven fuera”! y Lázaro regresó del mundo de los muertos. Muchas de las mujeres que habían venido a la tumba aquel Domingo de la resurrección habían visto esto, o de seguro habían escuchado las historias. ¡Muchas también habían visto a Lázaro luego de su muerte!, Aún así, estaban bajo las garras de la teoría de que la “muerte es irreversible.” Los discípulos estaban igual. Es seguro que también los soldados habían escuchado la historia, ya que el rumor de la resurrección de Lázaro había corrido como pólvora por toda Jerusalén.


Si estudia con cuidado lo que sucedió luego de la resurrección, verá que Jesús se apareció a un gran número de personas. Pero no se dice que apareciera a nadie que no fuera uno de sus seguidores. ¿No fue el mismo Jesús quien dijo: “¿Si no escuchan a Moisés y a Los Profetas, no estarían convencidos aún si alguien se levantara de los muertos?”


Jesús contaba en que sus seguidores serían la gente de “resurrección” para el mundo. Y así fueron. No es diferente hoy en día. La muerte definitivamente que es reversible. Jesús así lo afirmó. Jesús lo hizo. Y nosotros los seguidores de Cristo sabemos muy para nuestros adentros que habrá vida después de nuestra propia muerte – ¡Y la muerte, es, de hecho, reversible, gracias a la gloriosa resurección de Jesús!


¡¡¡REGOCIJEMONOS!!!!

viernes, 22 de abril de 2011

Viernes 22 de Abril de 2011


Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la esposa de Cleofas, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y a su lado al discípulo a quien él amaba, dijo a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre. Y desde aquel momento ese discípulo la recibió en su casa. Juan 19:25-27 (NVI)


En todo el horror y agonía de la crucifixión de Jesús, he aquí uno de los momentos más tiernos de la historia. A su madre le dijo “Mujer – he aquí tu hijo.” A Juan le dijo “He aquí a tu madre”. Algunos eruditos destacan que los soldados Romanos permitían que la familia se acercara a aquel que era crucificado si no habían recibido orden en contrario. La cruz en donde estaba Jesús medía unos diez pies de alto, aún a poca distancia, podría haberse perfectamente comunicado.


El Jesús amante, cariñoso, amable, justo al último momento de su vida, extendió su mano a aquellos heridos o vulnerables. Parte del mandamiento de “Honra a tu padre y tu madre” incluía el proveer para ellos aún en su vejez. La María forjada a la manera Judía era totalmente dependiente (para sus futuras necesidades) de su hijo mayor – quien ahora estaba muriendo en una cruz. Jesús quería asegurarse que alguien cuidara de su madre – alguien en quien él confiaba. Jesús nos dio el ejemplo de nuestro cuidado final por los demás. Reflexione en quién haya sido la persona que más se haya preocupado por usted en la jornada de su vida.


Hace unos años, fui bendecido de la forma más generosa por mi doctor – y su familia. Me habían diagnosticado cáncer de próstata, y se había determinado que podía recibir tratamiento. Pocos meses después, sin embargo, fui diagnosticado con cáncer en los huesos, y todo mi mundo empezó a desmoronarse. Fue en ese momento, que mi médico, el Dr. José Moreno, mi urólogo, me aseguró, una y otra vez lo siguiente, “Usted va a estar bien.” Sí, necesitaba dichas palabras de ánimo, pero era seguro que no creía en ellas. Lo que no sabía yo era que él había ido con su esposa Debbie, y la había incluído a ella y a sus tres niños, Ben, William y Charlotte (de edades entre 5 a 13 años en ese entonces) para que fueran compañeros de oración junto conmigo y que a la vez oraran por mí. Una familia Católica hizo un compromiso de orar por un paciente y amigo – Bautista!!! - Y así fue por todo un año que estos tres niños oraban por mí cada mañana antes de ir a la escuela. ¡¡Ellos, junto a otros compañeros de oración, fueron pieza instrumental para ayudarme a recibir las fantásticas noticias en Mayo de que el cáncer en los huesos había sido un diagnóstico errado!! Luego oraron conmigo mientras pasaba yo por un tratamiento de radiación, y oraron justo hasta Navidad del año 2003 – momento en el cual su amable y amoroso padre/médico me anunciara, con una sonrisa en el rostro, ¡que estaba finalmente libre de cáncer! Ellos mostraron por el ejemplo el cuidado de Jesús por la familia y los amigos. Siempre estaré agradecido de ellos, y de Jesús.


Oración: Jesús, gracias por tu cuidado, y por el cuidado recibido por la familia y los amigos. Amén.


Preguntas:
1. ¿Quién lo designaría a usted como su cuidador “Número Uno?
2. ¿Quién necesita de su toque de cuidado hoy?

Libre Acceso

Jueves 21 de Abril de 2011


…pues el sol se ocultó. Y la cortina del santuario del templo se rasgó en dos. Lucas 23.45 (NVI)


No se escucha mucho hablar acerca de uno de los sucesos más significativos durante la crucifixión de Jesús – cuando el Velo del Templo se rasgó en dos. En el templo de Herodes tal como había sido siglos antes en el santuario nómada del pueblo Hebreo, había una cortina que separaba el acceso al Lugar Santo, y otra que separaba el Lugar Santísimo. Durante el período de oscuridad ocurrido cuando Jesús colgaba en la cruz, esta barrera milenaria fue rota de arriba a abajo.


Esta rasgadura significaba el fin de las antíguas formas de adoración, y una vez y para siempre, abría la puerta para dar a todos los creyentes el “libre acceso” a Dios. De esto se habla específicamente en Hebreos 9.


No existían dos “lugares santos”. Uno era llamado El Lugar Santo en el cual estaba la el candelabro, la mesa y los Panes de la Proposición (v2). El otro se llamaba el Lugar Santísimo. Allí se encontraba un número significativo de objetos (vs 3-5). Los sacerdotes iban continuamente al primer Lugar Santo. Sin embargo, sólo el Sumo Sacerdote podía entrar al segundo, y lo hacía sólo una vez al año (vs 6-7). El escritor de Hebreos continúa diciendo: “Pero cuando Cristo apareció como sumo sacerdote de los bienes futuros – lo hizo una vez y para siempre al Lugar Santísimo, no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por MEDIO DE SU PROPIA SANGRE, obteniendo redención eterna” (v 12). En el momento en que la sangre de Cristo fue derramada en la cruz, EL VELO DEL TEMPLO SE RASGO EN DOS Y CAYO AMONTONADO AL SUELO – un vestigio de un sistema que no era ya válido o necesario.


Jesucristo es el sacrificio de Dios. Jesús murió una sola vez; la salvación fue provista para todo aquel que creyere. Aquellos que estaban de pié mirando a Jesús morir no sabían absolutamente nada de la cortina que se rasgó en dos. Los soldados romanos no pusieron atención a nada que haya sucedido en el templo. Los discípulos, en dondequiera que se encontrasen, ignoraban completamente lo que estaba sucediendo en el templo. Pero sí les aseguro que todas las fuerzas del mal del universo escucharon el ruido del velo cuando cayó – y supieron inmediatamente que el maligno, había sido condenado. Dios triunfará; El bien prevalecerá; Jesús se levantó de la tumba, y triunfó; y los seguidores de Jesús triunfarán y vivirán con Dios para siempre.


Oración: Jesús, gracias por entregarte del todo, de manera que no solo yo pudiera ser libre de las ataduras del maligno y el pecado, sino que todo el mundo pudiera ser redimido también. Amén.


Preguntas:
1. ¿Cómo interpretaron los líderes del templo la rasgadura del velo?
2. ¿Qué pensaron los discípulos de esto cuando escucharon la historia?

miércoles, 20 de abril de 2011

Simón de Cirene

Miércoles 20 de Abril de 2011


Al salir encontraron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón, y lo obligaron a llevar la cruz. Llegaron a un lugar llamado Gólgota (que significa «Lugar de la Calavera»). Allí le dieron a Jesús vino mezclado con hiel; pero después de probarlo, se negó a beberlo. Lo crucificaron y repartieron su ropa echando suertes. Y se sentaron a vigilarlo. Encima de su cabeza pusieron por escrito la causa de su condena: «Éste es Jesús, el Rey de los judíos.» Mateo 27: 32-37 (NVI)


Mientras la multitud enfrentaba a Jesús, enfrentaban a un hombre que ya estaba completamente desgastado. Luego de sus horas de agonía en Getsemaní, había ido de un juicio agotador tras otro. No había tomado ni pizca de agua o probado bocado luego de aquella cena con sus discípulos la noche anterior.


Contrario a lo que muestran muchas películas y esculturas, Jesús no cargó la cruz completa hasta el lugar de la crucifixión. Los postes estaban ya en el lugar. Siempre estaban allí – por si acaso! Los dos criminales que serían crucificados junto a él fueron traídos de sus calabozos. Una legión de soldados armadas con lanzas formaron una especie de caja alrededor de ellos, de forma que no pudieran escapar. Cuando todo estuvo listo, el centurion a caballo, gritó “adelante”, y la solemne procesión se dirigió hacia el monte de la calavera – el Calvario.


Había una empinada cuesta hacia la Puerta de Damasco, y Jesús ya no pudo más cargar su cruz, y cayó al suelo. Le patearon, pero no pudo levantarse. Su humanidad ya estaba exhausta. El centurión entonces enfrentó un dilema. No podía pedirle a ninguno de sus soldados que cargara la cruz. Tampoco podía él pedirle a un judío que lo hiciera, ya que si un judío la tocaba, sería deshonrado y no podría participar de la Pascua. Entonces, Simón, de Cirene, una gran ciudad ubicada en lo que hoy es Libia en Africa del Norte pasaba por ahí. Cuando el centurión le vio, y sabía que no era de Jerusalén, gritó una orden para que los legionarios le agarraran y le forzaran a cargar la cruz por el resto del camino. No había duda de que Simón era un judío converso puesto que había un gran número de judíos en Cirene. Había venido, junto a miles de otros desde todos los puntos cardinales, a Jerusalén para celebrar la Pascua.


Alguien ha dicho que el honor más grande que se haya concedido a un ser humano fue aquel concedido a María de concebir y dar a luz a Jesucristo. Quizás entonces el segundo más grande honor concedido a un ser humano fue el otorgado a Simón de cargar la Cruz de Jesús en su lugar. El vió el letrero que decía “Este es Jesús, Rey de los Judíos.” Ya fuera que cargara la cruz de forma voluntaria o en protesta – la historia no nos dice. Yendo un poco en retrospectiva, desearía que Pedro o Juan hubiesen salido a ayudar. Pero, una vez más, me pregunto, ¿que habría hecho yo si hubiera estado ahí? ¿Qué hubiera hecho usted?


Oración: Jesús, Me alegra que Simón estuviera ahí para ti, cuando tus seguidores no lo estaban.


Preguntas:
1. ¿En dónde se hubiera encontrado usted en la escena aquel día?
2. ¿A quién conoce usted que carga una cruz – y quién necesita ayuda?

martes, 19 de abril de 2011

El Sufrimiento de la Cruz

Martes 19 de Abril de 2011


Entonces les soltó a Barrabás; pero a Jesús lo mandó azotar, y lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al palacio y reunieron a toda la tropa alrededor de él. Le quitaron la ropa y le pusieron un manto de color escarlata. Luego trenzaron una corona de espinas y se la colocaron en la cabeza, y en la mano derecha le pusieron una caña. Arrodillándose delante de él, se burlaban diciendo: —¡Salve, rey de los judíos! Y le escupían, y con la caña le golpeaban la cabeza. Después de burlarse de él, le quitaron el manto, le pusieron su propia ropa y se lo llevaron para crucificarlo. Mateo 27: 26-31 (NVI)


La crucifixión siempre estaba precedida por azotes, ya fuera camino al calvario, o antes que la víctima fuera subida a la cruz. Atada a un poste, la persona condenada sería azotada con el flagelo, el cual era un látigo de piel tipo Romano que tenía metales anudados a las correas. El azote hacía sangrar las espaldas de la víctima, dejando hilos de carne colgando de la herida. Esto se hacía para debilitar a la víctima, lo cual de forma misericordiosa acortaba el tiempo que tomaría que la persona condenada muriera en la cruz.


Entonces venía la burla de los soldados del gobernador. Favor recordar que la brutalidad de las legiones Romanas es legendaria. Jesús cargó con lo peor de un grupo de soldados – que sumaban cientos probablemente. Ya que sería ejecutado por proclamarse como rey, ellos menospreciaron tanto su reclamo como su persona. El manto color púrpura representaba soberanía, y la corona de espinas enterrada en su sien le sacó sangre que bajaba como un torrente por su rostro. Se arrodillaron para rendirle homenaje de forma burlona, y le colocaron en su mano un cetro de rey (una caña), y le escupieron. Luego le golpearon en la cabeza con la caña. La desnudez era algo especialmente embarazoso para los judíos. Entonces cuando le quitaron el manto púrpura, estaba desnudo, excepto un pequeño trozo de tela que le cubría la ingle – la humillación más grande para los judíos. Escupir a alguien era uno de los insultos más gravosos, poco menos que la violencia física. Los judíos consideraban la saliva de aquellos que no eran judíos como particularmente inmunda.


Probablemente se haya usted “desanimado” con las humillaciones sufridas por Jesús de camino a la cruz. No es un cuadro digno de ser contemplado por cobardes. Deténgase un momento, y considere cuán gran medida de amor y compromiso mostró Jesús mientras era torturado brutalmente por adelantado antes de su muerte en la cruz. El amor que Jesús mostró puede solo describirse como inconmensurable – probablemente más allá de toda comprensión humana. Este es el tipo de amor que se necesitó demostrar para redimir un mundo que estaba separado de Dios – hasta que alguien vino y se convirtió en el sacrificio necesario para abrir la puerta a la presencia de Dios.


Oración: Jesús, estoy asombrado ante tu disposición de ir a la cruz – por mí – y a la vez asombrado ante la profundidad del amor que se requiere para hacer una cosa como esta. Gracias por amarme– tanto. Amén.


Preguntas:
1. ¿Qué siente usted al contemplar tal brutalidad?
2. ¿Por qué era necesaria la cruz?

lunes, 18 de abril de 2011

El Camino a la Cruz

Lunes 18 de Abril de 2011


Entonces se separó de ellos a una buena distancia, se arrodilló y empezó a orar: «Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya.» Lucas 22.41-42 (NVI)


¿Por qué Jesús persistía en su curso de acción, cuando fácilmente pudo haberle puesto fin a la agonía y verguenza de lo que llamamos Semana Santa? Quizás Nancy y Steve James, misioneros de la Iglesia Bautista Americana en Haití puedan darnos una buena explicación. Habían trabajado muy duro día y noche desde el devastador terremoto del 2010. He aquí su historia:


“Mientras atendíamos a los heridos debajo de los árboles, entre frecuentes réplicas, curamos a un pequeñito de 3 años de nombre Rivaldy. Su pierna había sido aplastada por las paredes de su hogar destruído, y no solo estaban rotas, sino cubiertas de llagas e hinchadas por la infección. Lloraba mientras le limpiábamos, vendábamos y entablillábamos su pierna rota. Le dije a su padre, Simeón, que necesitaba traer a Rivaldy todos los días al lugar que teníamos bajo los árboles para continuar los tratamientos. Dentro de pocos días, la hinchazón empezó a ceder, y con una tablilla hecha de madera, cartón y cinta adhesiva, sentimos que eventualmente podría volver a caminar. Al tercer día, Simeón miró a Steve de forma extraña y le dijo: ‘Dr. Steve, tengo algo que decirle. He escuchado acerca de Jesús. No sé quien sea él ni sé nada acerca de él. Aunque no conocía a Jesús, sé sin duda alguna, que fue Jesús y sólo él quien salvó a nuestro bebé de 18 días de nacido. Tan pronto sucedió el terremoto nuestra casa de cemento colapsó. Mi esposa estaba justamente saliendo de la casa en ese preciso instante, y el bebé estaba dentro de la casa. Ella sufrió heridas leves, pero toda la casa se derrumbó sobre nuestro niño recién nacido. Buscamos y buscamos entre los escombros, con la seguridad que estaría muerto. Sin embargo, de forma milagrosa, encontramos a nuestro bebé sin un rasguño.’ Y continuó diciendo. ‘No sé quién sea Jesús, y tengo miedo entregarle mi vida a él, pues he escuchado que es peligroso creer solo en Jesús. Puede usted ayudarme a encontrar a Jesús?’ Steve le presentó a Jesús, oró con él, y desde aquel día Simeón empezó su caminar con Jesús. Avisamos a los Cristianos que residían en el area, y prometieron orar por él, y ayudar a discipularle en su nueva vida en Cristo. Al siguiente día, Simeón y su esposa vinieron con Rivaldy y nos pidieron un favor. Podría Steve poner el nombre a su bebé quien todavía no tenía un nombre? El dijo, ‘Su bebé me recuerda a un niñito de la Biblia que fue salvado de la muerte, llamado Moisés. Se convirtió en un gran líder de Dios. ¿Qué piensan ustedes?’ ‘ Le llamaremos Moisés, entonces’, dijeron con rostros felices.”


Hoy sé que Jesús tenía una sonrisa pintada en su rostro, mientras reflexionaba que la cruz, de hecho, es el único camino a seguir.


Oración: Jesús, a través de tu muerte, gracias por las vidas que has cambiado. Amén.


Preguntas:
1. Cómo ha hecho Jesús una diferencia en nuestro mundo?
2. ¿De qué forma es su vida diferente – por el hecho de saber que Jesús sufrió y murió en una cruz por usted?

domingo, 17 de abril de 2011

"Quédense y Velen Conmigo"

Domingo 17 de Abril de 2011


Lectura Bíblica: Marcos 14:32-42


“Quédense aquí y velen conmigo”, eso pidió Jesús (v 34). Hay algunos pocos de nosotros que al acercarse a los valles más profundos de la vida, quisiéramos ser dejados solos. Hay algo bueno en tener a alguien “velando” con nosotros cuando la vida está en su peor momento. Para Jesús, el final estaba a solo horas. Les pidió a sus amigos más cercanos que pasaran esa noche con él. Para los discípulos, la idea de la cena sonó muy bien; pero el mudarse a Getsemaní probablemente que les ocasionó preocupación e inquietud, particularmente, a la luz de las palabras de Jesús a Judas, y su partida.


Por los siglos, los discípulos han recibido menos de la puntuación que se necesita para pasar de curso debido a su comportamiento en el Jardín, mientras Jesús era maltratado, y luego crucificado. Confieso que cada año, durante la Semana Santa, me transporto mentalmente a aquel escenario y me pregunto: “¿Dónde estarías tú, y que hubieras hecho si hubieses estado allí”? Me hubiera mantenido despierto mientras Jesús oraba; ¿Lo hubiera hecho usted? Es fácil contemplar aquella escena dos mil años después – y con poco esfuerzo llegar a la conclusión de que hubiera estado allí; hubiera ido a los tribunales, y hablado; Estaría allí allí arrodillado ante la cruz. Es fácil hacer rejuegos con la historia, ¿Verdad que sí?


Siendo justo con los discípulos, ellos sí vinieron cuando Jesús los invitó a cenar. Ellos no salieron del lugar cuando Judas se paró y se marchó. Aunque estaba oscuro y de seguro era un poco tenebroso el lugar, ellos sí fueron al Jardín del Edén en la oscuridad. Ellos estuvieron allí cuando él dijo que necesitaba orar. Aunque se hayan quedado dormidos, todavía permanecían allí con él. Estoy seguro que Jesús apreció el hecho de que estuvieran allí, aun no pudieran mantenerse despiertos. Los discípulos se mantuvieron en vela con él cuando los soldados llegaron con Judas. De hecho, estaban listos para pelear si Jesús así se lo pedía, y uno de ellos (¿Pedro?) usó una espada para cortar la oreja de un hombre. Para Jesús, el hecho de estar ellos allí, significaba que él no estaba solo.
Una amiga me contaba de su agonía cuando quien había sido su esposo por dos años murió. La vida había terminado, por lo menos, eso pensaba ella. Ella “tenía tantas ganas de morir, que hasta le pedí a Dios que por favor, me dejara morir”. Fue a este punto cuando una amiga empezó a llamarla – día por día -. “Ella fué mi aliento, mi mejor amiga quien me escuchó y cuidó de mí”. Esa amiga se mantuvo en vigilia con ella, dándole fuerzas mientras salía del valle.


Oración: Jesús, gracias por velar conmigo, especialmente en mis días malos. Amén.


Preguntas:
1. ¿Qué se necesita para “hacer vigilia” con alguien hoy en día?
2. ¿Qué persona que forme parte de su vida hoy, necesita a alguien que “haga vigilia” con ella?

ServicioVerdadero

Sábado 16 de Abril de 2011


Lectura Bíblica: Juan 13:3-16


Está bien que me pida creer en algo; y no hay problema en que me pida que me bautice. Pero… no está bien que me pida que le lave los piés a alguien. Después de todo, ¿Quién se piensa usted que soy yo? ¿Menos que un sirviente?


Probablemente no hemos cambiado mucho desde los tiempos de Jesús, ¿verdad? En el mundo de Jesús la humildad era considerada como signo de debilidad. La debilidad, a cualquier nivel de vida en que se encontrara alguien, era totalmente inaceptable. Aún la apariencia de debilidad tenía que evitarse bajo toda circunstancias. Vaya forma extraña en la que actuó el huésped de honor, Jesús, durante una cena de despedida con sus mejores amigos. ¿Cómo es que pudo Jesús tomar una toalla e insistir en lavar los pies de los discípulos y luego, en cuestión de minutos anunciar “Les concedo un reino”? El lavamiento de pies era considerado algo tan degradante que ni siquiera un amo le podía pedir eso a un esclavo Judío. ¡Con razón Pedro se puso pálido al escuchar la sugerencia!


¿Alguna vez a lavado los piés de alguien? ¿Alguien le ha lavado los pies a usted alguna vez? Probablemente no. ¿Y por qué no, cuando Jesús mismo sugirió que es algo que debemos hacer como seguidores suyos que somos? No existe tampoco evidencia alguna de que los discípulos siguieron sus instrucciones. Para muchos Cristianos hoy en día, el lavamiento de pies es considerada una práctica primitiva, no sofisticada, innecesaria y para algunos otros, hasta embarazosa.


No mucho antes de que Jesús lavara sus pies, surgió una disputa entre los discípulos en cuanto a quién era el mayor entre ellos. Fue en ese momento cuando Jesús les dijo “les entrego un reino” – pero luego ellos no entendieron que estaba hablando de un reino basado en el servicio y la humildad. No entendieron nada en lo absoluto.


¿En dónde empezó toda esta historia? Regresemos a los primeros capítulos de Génesis, y recordemos qué fue lo que precipitó que Adán y Eva hicieran la elección que hicieron. Fue el orgullo, lo opuesto a la humildad, que les llevó a elegir el ser algo mejor de lo que pensaban ellos que eran, y lo que tenían el derecho de ser. Querían ser mejor de lo que ellos percibían que eran; Querían tomar sus propias decisiones – ser sus propios “jefes”. Sí, los discípulos probablemente no entendían nada; Pero ¿acaso lo estamos haciendo mejor nosotros hoy en día?


Oración: Jesús, ayúdame a entender de lo que se trata el orgullo hoy en día. Amén.


Preguntas:
1. ¿Cómo puede la humildad que Jesús exhibió ser reflejada por sus seguidores en un mundo que desprecia la debilidad?
2. ¿De sus amigos cristianos, quienes son los que “secan los pies”? ¿Se encuentra usted entre ellos?

viernes, 15 de abril de 2011

Mártires

Viernes 15 de de 2011


Cuando llegó el día de la fiesta de los Panes sin levadura, en que debía sacrificarse el cordero de la Pascua, Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: —Vayan a hacer los preparativos para que comamos la Pascua. —¿Dónde quieres que la preparemos? —le preguntaron. —Miren —contestó él—: al entrar ustedes en la ciudad les saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo hasta la casa en que entre, y díganle al dueño de la casa: “El Maestro pregunta: ¿Dónde está la sala en la que voy a comer la Pascua con mis discípulos?” Él les mostrará en la planta alta una sala amplia y amueblada. Preparen allí la cena. Ellos se fueron y encontraron todo tal como les había dicho Jesús. Así que prepararon la Pascua. Cuando llegó la hora, Jesús y sus apóstoles se sentaron a la mesa. Lucas 22.7-14 (NVI)


Trece personas fueron a aquel aposento alto – para comer juntos. Cada uno trajo consigo una agenda. Siempre que vamos a un servicio en nuestra iglesia, llevamos nuestras agendas. Hacemos lo mismo en la escuela, trabajo, en la casa y aún cuando vamos a alguna fiesta. Ninguno de nosotros es “libre” de cargar una agenda. ¿Cuáles piensa usted que eran las agendas presentes aquella noche? Sabemos sólo de dos con certeza. Para estos, la agenda era la muerte. En la agenda de Judas estaba la muerte – la de Jesús. La agenda de Jesús contenía la muerte, también – él sería el sacrificio.


Cualesquiera que fueran las demás agendas, la experiencia de la comida, seguida por la cruz, les colocó en una nueva agenda. ¿Por qué? Pues porque supieron que Jesús, de hecho, era Dios, y de igual manera, el Salvador del mundo. Como resultado, sus vidas y agendas fueron cambiadas de forma radical, con resultados inesperados. Así que Santiago (hijo de Zebedeo) fue muerto por Herodes alrededor del año 44 DC (Hechos 12:2). Pedro fue crucificado de cabeza según el mismo así lo pidiera en Roma, sentenciado a muerte por Nerón. Andrés fue a la “tierra de los caníbales”, región que es hoy en día la Unión Soviética. También predicó en Asia Menor, Turquía y Grecia, en donde fue crucificado. Tomás (el que duda) ministró en el área oriental de Siria. Cuenta la tradición que llegó a predicar hasta La India. Se dice que murió allí traspasado por las espadas de cuatro soldados. Cuenta también la tradición que Felipe había estado activo en Cartago, al Norte de África, y también en Asia Menor. Una de sus conversas fue la esposa del procónsul Romano, quien le envió a matar de forma cruel.


Mateo ministró en Persia y Etiopía, Y dice la tradición que fue acuchillado hasta morir en Etiopía. Se piensa que Santiago (hijo de Alfeo) ministró en Siria, en donde Josefo, (el historiador) reporta que fue apedreado, y luego golpeado hasta morir. Se dice de Simón el Zelote que este había ministrado en Persia, en donde fue muerto luego de haberse rehusado a ofrecer sacrificio al dios sol. Matías fue electo como sustituto de Judas, y la tradición cuenta que estaba en Siria con Andrés, en donde tuvo una muerte violenta. Se reporta que Bartolomé había ido a La India con Tomás, y luego regresó a Armenia, Etiopía y Arabia del Sur. Cuenta la tradición que fue martirizado, con diversas versiones de lo sucedido. Finalmente, Juan es el único discípulo que se piensa murió de forma natural debido a su edad, aunque desterrado a la Isla de Patmos, desde donde escribió el libro del Apocalipsis. Ah.. –¡las agendas!


Oración: Jesús, ayúdame a entender tu agenda para mi vida. Amén.


Prereguntas:
1. ¿Cuál es la agenda más importante de su vida en el día de hoy?
2. ¿Qué agenda(s) no le permite(n) el llevar a cabo la agenda de Dios para usted hoy en día?

jueves, 14 de abril de 2011

Amor Temerario

Jueves 14 de Abril de 2011


—Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado —les contestó Jesús—. Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto. El que se apega a su vida la pierde; en cambio, el que aborrece su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna. Quien quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará. Juan 12.23-26 (NVI)


“...Cualquiera que se aferra a la vida tal como es destruye esa vida. Pero si la pierde, de forma temeraria, en amor, la tendrá por siempre, ¡real y eterna! (v.25 – Versión El Mensaje) Así dijo Jesús, justo antes de la experiencia de la Ultima Cena. Se preparaba a perder su vida, y estaba retando a sus seguidores a considerar dar el mismo paso. Pocos de nosotros han enfrentado dicho reto. Pero a través de los siglos, han existido algunos que estuvieron dispuestos a perder su vida.


Veamos el caso de Marcelo, el Centurión, que hizo justo lo que Jesús sugirió. El cumpleaños del Emperador Maximiliano Hercúleo se celebraba en el año 298 con la celebración de extraordinarios banquetes y mucha solemnidad. Marcelo era un centurión Cristiano, capitán de la legion de Trajano y sirviendo en España. Como líder Romano que era, se esperaba que tomara parte de dichas abominaciones impías.


El decidió que no lo haría, y tiró al suelo su cinto militar mientras estaba de pié frente a toda su compañía. Proclamó en alta voz que era un soldado de Jesucristo, el Rey eterno. Luego tiró sus armas y la rama de vid, la cual era la distinción de su cargo de centurión. A los oficiales romanos se les prohibía golpear a un soldado a menos que usara una rama de vid.


De inmediato, sus soldados informaron del asunto a Anastasio Fortunato, el perfecto de la legión, y por orden suya, Marcelo fue enviado a prisión. Cuando terminó el festival, el juez ordenó que trajeran a Marcelo ante él, y le preguntó qué era lo que pretendía con lo que había hecho. Marcelo respondió “Cuando ustedes celebraron el festival del emperador el 12 de Agosto (el día en que Maximiliano había sido declarado César), yo proclamé en voz alta que era un Cristiano, y que no podía servir a nadie más que a Jesucristo, el Hijo de Dios.” Fortunato le dijo que no tenía ningún derecho a asumir una postura sobre el asunto, y que le referiría al Emperador Maximiliano para que tomara él la decisión.


Fuertemente custodiado enviaron a Marcelo ante Aureliano Agricolao, jefe del pretorio, quien en ese entonces estaba en Tangier, Africa. Este le preguntó si había hecho lo que decía la carta del juez. Una vez más, proclamó en voz alta su lealtad y compromiso con Jesús, el Cristo. Fue sentenciado a muerte de forma inmediata por deserción e impiedad. Marcelo fue decapitado el 30 de Octubre del año 298 DC. Estaba dispuesto a perder su vida, de forma temeraria en su amor por Jesucristo, sabiendo que tendría por delante una vida eterna en presencia de Cristo. ¡Puede usted describir su amor por Cristo como “temerario”?


Oración: Jesús, que no seamos encontramos débiles cuando estemos bajo la prueba. Amén.


Preguntas:
1. ¿Quién conoce usted que refleja un amor temerario por Jesús?
2. ¿Cuando ha sido usted temerario en su discipulado?

miércoles, 13 de abril de 2011

Imitando a Jesús

Miércoles 13 de Abril de 2011


Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás;… Mateo 20.26 (NVI)


¿Cómo puede alguien que murió de forma tan vergonzosa hace más de dos mil todavía ser un factor tan dominante en muchas vidas hoy? Jesús no era un revolucionario porque vino a liderear una revuelta contra Roma. Tampoco era él un revolucionario porque iba a deshacerse de los líderes del templo posesivos, avaros y dominantes. Jesús era un revolucionario porque vivió su vida de forma diferente. El introdujo un nuevo orden mundial innovador por la manera en que se relacionaba con la gente. Sus enseñanzas simplemente magnificaban lo que demostraba en su carne.


Considere algunas de sus “maneras de vivir” que ocasionaron que la gente se
detuviese, y tome nota:



  • Ser misericordiosos y dador de gracia – “Dios bendice a aquellos que son misericordiosos. No juzgues a los demás, y no serás juzgado.” (Mateo 5:7; 7:1)
  • Volver la otra mejilla – “Pero si alguno te pega en la mejilla derecha, vuélvele tambien la otra.” (Mateo 5: 39)
  • Ser conciliadores – “Id y reconciliáos” (Mateo 5: 24)
  • Ser diligentes – “Sigue pidiendo… buscando….tocando”. (Mateo 7:7)
  • Dejarse enseñar – “Cualquiera que escucha mis enseñanzas y las sigue es sabio.” (Mateo 7:24)
  • Ser valientes – “Mirad, he aquí los envío como ovejas en medio de lobos No tengan temor de aquellos que quieren matar el cuerpo; no pueden tocar su alma.” (Mateo 10:16, 28)
  • Ser perdonadores – “Señor, cuántas veces he de perdonar a mi hermano que pecare contra mí? Siete veces? Jesús dijo, no digo siete, sino hasta setenta veces siete.” (Mateo 18: 21, 22)
  • Aceptar a los demás – “Todo aquel que hace la voluntad de mi Padre en el cielo es mi hermano y mi hermana y mi madre.” (Mateo 12: 50)
  • Rendirse – “Si alguno quiere seguirme, deberá dejar sus caminos egoístas, tome su cruz, y sígame. ” (Mateo 16: 24)
  • Arrepentirse – “Les digo la verdad, a menos que se vuelvan de sus pecados y sean como niños, nunca entrarán al Reino de los Cielos.” (Mateo 18:3)
  • Ser humildes – “Todo aquel que se exalte sera humillado, y el que se humilla sera exaltado.” (Mateo 23:12)

Los rasgos anteriores describen la forma en que Jesús vivió. Hemos sido llamados a reflejar al Jesús viviente. ¿Cómo se compara usted con las “formas de vida” de Jesús”?


Oración: Jesús, ayúdame a vivir mi vida de forma que otros te vean en mí. Amén.


Preguntas:
1. De los rasgos anteriores, ¿cuáles de ellos le describe mejor?
2. ¿En cuáles de los rasgos anteriores necesita usted más trabajar?

martes, 12 de abril de 2011

Jesús Llega a Jerusalén

Martes 12 de Abril de 2011


Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagué y a Betania, junto al monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos con este encargo: «Vayan a la aldea que tienen enfrente. Tan pronto como entren en ella, encontrarán atado un burrito, en el que nunca se ha montado nadie. Desátenlo y tráiganlo acá. Y si alguien les dice: “¿Por qué hacen eso?”, díganle: “El Señor lo necesita, y en seguida lo devolverá.” »
Fueron, encontraron un burrito afuera en la calle, atado a un portón, y lo desataron. Entonces algunos de los que estaban allí les preguntaron: «¿Qué hacen desatando el burrito?» Ellos contestaron como Jesús les había dicho, y les dejaron desatarlo. Le llevaron, pues, el burrito a Jesús. Luego pusieron encima sus mantos, y él se montó. Muchos tendieron sus mantos sobre el camino; otros usaron ramas que habían cortado en los campos. Tanto los que iban delante como los que iban detrás, gritaban: —¡Hosanna! —¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! —¡Bendito el reino venidero de nuestro padre David! —¡Hosanna en las alturas! Marcos 11.1-10 (NVI)


¿Por qué trajeron palmas para darle la bienvenida a Jesús a Jerusalén? Para poder responder la pregunta, debemos buscar en la historia Judía más de 160 años antes de Jesús. Por siglos, Palestina fue un campo de batalla en miniatura, castigada por fuerzas externas, y constantemente dividida internamente por constantes pleitos de tierras y desavenencias entre líderes Judíos. Este tipo de tensión llevó a Siria a intervenir, y Antíoco IV vendió el sumo sacerdocio al mejor postor. Tal como fue descrito por un historiador, Antíoco era un hombre “rabioso, malo y altamente peligroso”. De manera que envió sus tropas a saquear a Jerusalén, y mató a muchos de sus pobladores.


Se instituyó un persecución religiosa con saña sin precedentes. La observancia del sábado y la circunsición fueron prohibidas so pena de muerte. Los sacrificios paganos y prostitutas se instituyeron en el templo. Los Judíos amantes de la Ley estuvieron sujetos a toda la degradación y brutalidad que pueda imaginarse. Muchos murieron.


Un día, un sacerdote bien entrado en edad, de nombre Matatías, mató a un Judío que había venido a ofrecer sacrificio al altar real, y ¡También mató al oficial Sirio quien había venido a supervisar el sacrificio! Luego llamó a cada uno que se había comprometido a la Ley Judía a seguirle junto a sus cinco hijos, Juan, Simón, Judas, Eleazar y Jonatán a las montañas. La revolución Macabea había iniciado. La mayor parte del tiempo, era más como una lucha entre guerrillas, puesto que la pequeña banda de Judíos se encontraban una y otra vez haciendo frente a las fuerzas armadas cuyo número sumaba tanto como diez mil tropas. Y luego, una y otra vez, estos eran derrotados por un “ejército” Judío pobremente equipado, hambriento, y no entrenado. Durante los años subsiguientes, hubo dos ocasiones en que el templo profanado fue limpiado y restaurado de forma segura para que los Judíos fieles lo usaran para adorar. Judas Macabeos re-dedicó el templo en el año 164 A.C. ; Y su hermano Simón, conquistó la ciudadela de Jerusalén en el 142 A.C.


Cada vez que el templo era re-dedicado, los Judíos tomaban posesión del mismo llevando ramas de palma por las calles, y al templo. Quizás ahora pueda usted ver claramente lo que claramente estaba en las mentes de aquellos quienes recibieron a Jesús en la entrada de Jerusalén con ramas de palmas. “Hosanna” significa “sálvanos ahora”, y era una aclamación de adoración, saludando a Jesús como el libertador. Por un breve momento, se permitieron ellos mismos una vez más soñar con ser libres de
la opresión.


Oración: Jesús, ellos no entendían – ayúdanos a no cometer el mismo error. Amén.


Preguntas:
1. ¿Qué significa el Domingo de Palmas para usted en el día de hoy?
2. ¿Qué tipo de Mesías era Jesús?

Es Necesario dar Fruto

Lunes 11 de Abril se 2011


»Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.
»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos. Juan 15.1-8(NVI)


La aventura terrenal de Jesús estaba a punto de terminar. La cruz está apenas a solo días de distancia. Cuando uno está en sus últimos momentos, es crítico que se digan las cosas más importantes. Jesús sabía que sus tres años de ministerio público llegaban a su fin. Durante esos tres años, él había sido el actor principal. Pero cuando se marchó, sus seguidores se convertirían en los principales actores. Era sumamente importante que supieran que debían “llevar fruto”, sin el cual había poca oportunidad de que se estableciese alguna vez el Reino de Dios.


Deténgase por un minuto y reflexione sobre cual tipo de fruto está usted produciendo en lugar del Jesús resucitado. ¡Una de las cosas que nos llevaremos con nosotros a través de las puertas del cielo es nuestra lista de frutos! Si piensa que hay algo más que pueda usted llevarse, ¡Me temo que está equivocado! En el mundo actual, un nombre que rápidamente viene a la mente como alguien quien produjo frutos de forma inusual fue la Madre Teresa. Ella cuenta esta historia de llevar fruto. “Una vez recogí a una mujer de un basurero que estaba con una fiebre muy alta; Estaba ya en sus últimos momentos de vida y su único lamento era este: ‘Mi hijo me hizo esto’. Le rogué: Debe perdonar a su hijo. En un momento de ira, cuando estaba fuera de sí, hizo algo que hoy lamenta. Sea una madre para él, y perdónelo. Me tomó un largo rato ayudarla a finalmente decir ‘perdono a mi hijo’.
Justo antes que muriera en mis brazos, pudo decir esas palabras con un perdón real.


No le preocupaba su agonía. La herida de su corazón era que su hijo no la había querido. Usted y yo podemos entender esto.” La mujer murió, confortada por el hecho de que alguien, la Madre Teresa la quería y se preocupaba por ella. Por favor, esté consciente de que el llevar fruto no significa hacer algo en público, dramático o exótico. El llevar fruto puede ser tan sencillo como decir una palabra amable a alguien; escuchar a alguien aun cuando prefiera no hacerlo; mostrar paciencia en una situación de tensión; dar un toque de gentileza a alguien que lo necesita; Ofrecer palabras de aliento a alguien que está pasando por un momento difícil; Escribir una nota de aprecio a alguien herido; Hacer una llamada telefónica, o visitar a alguien que usted sabe que está solo; Visitar un asilo de ancianos. El punto principal en la escritura de hoy es que CADA UNO DE NOSOTROS NECESITA LLEVAR FRUTO. ¿Cómo va creciendo su jardín?


Oración: Jesús, aunque sé que va a doler, pódame para que produzca yo aún más fruto. Amén.


Preguntas:
1. ¿Qué tan larga es su lista de frutos – para el Reino de Dios?
2. ¿Qué puede agregar a su lista?

¡Si hubiera!

Domingo 10 de Abril de 2011


Cuando Marta supo que Jesús llegaba, fue a su encuentro; pero María se quedó en la casa. —Señor —le dijo Marta a Jesús—, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Juan 11.20-21(NVI)


Martha y María eran de personalidades muy diferentes. Martha era del tipo activo, ocupada, obsesivamente hospitalaria, mientras que María era meditativa, del tipo contemplativo.


Aunque muy diferentes en muchas maneras, sin embargo, eran exactamente iguales en otra forma. ¡Cada una colocaba la culpa en su justo lugar! En los versos de hoy, Martha corre a encontrar a Jesús en medio del camino, lo confronta con su “si hubieras”. Culpaba a Jesús por la muerte de su hermano. Un poco después, María hizo lo mismo, usando las mismas palabras. Ambas tenían plena confianza en la habilidad de Jesús para sanar a su hermano de su enfermedad. Pero él no llegó, y el hermano de ambas murió. ¿Cómo es que su mejor amigo, Jesús, les hizo esto? Martha y María hicieron lo que muchos de nosotros hacemos cuando lloramos la muerte de un ser querido, o por lo menos cuando estamos decepcionados con la forma en que la vida nos ha tratado. ¡Dios tiene la culpa! Cuántos de nosotros hemos vociferado en la misma herida, angustia, ira o desesperación, en el momento, en que en tiempo de una pérdida o herida, utilizamos las mismas palabras de lamento. Si hubiera perdido ella ese vuelo. Si solo hubiera dicho yo la verdad. Si sólo hubiera tenido el tiempo para decir ‘adiós’. Si hubiera Dios respondido a nuestras oraciones. Si le hubiera yo escuchado. Si le hubiera perdonado. Si pudiera el regresar. Si hubiera yo adoptado mi postura sobre eso.


A veces no hay “blanco” para nuestros comentarios con “si hubiera”. Sin embargo muchos de nuestros comentarios de este tipo esconden la verdadera pregunta de lo que estamos preguntando: “¿En dónde estás tú, Dios?” C. S. Lewis dijo en su libro Una Pena en Observación “Cuándo eres feliz, tan feliz que piensas que no tiene sentido necesitarlo a El, si te vuelves a El con alabanza, serás recibido con los brazos abiertos. Pero acude a El cuando estás en desespero, cuando cualquier otra ayuda es vana, y ¿Qué es lo que encuentras? Una puerta cerrada en la cara, y un sonido de doble cerrojo desde adentro. Luego de eso, un silencio. Bien puedes devolverte.” Cuando sus oraciones no son contestadas, ¿Culpa usted a Dios? ¿Culpa a los demás? O ¿puede que “culpe” usted a la oración?


Dios está bien familiarizado con los “si hubiera”. La única razón por la que Jesús estaba en Palestina era porque Dios, herido y en angustia luchaba con la creación humana que había elegido el pecado, en vez de la plenitud de vida. Casi puedo ver los ojos de Dios cerrarse fuera del Jardín del Edén, mientras respira y piensa “… Si no hubieran elegido el pecado, no tendría yo que ir – y morir en una cruz.” Jesús era la culminación del mayor “si hubiera” en toda la historia.


Oración: Jesús, cuando las cosas van mal, ayúdanos en nuestra fe. Amén.


Preguntas
1. Pondere su propia lista de “si hubieras....”
2. ¿Qué podría remover los “si hubieras” de su vida?

sábado, 9 de abril de 2011

¡Conoce a mi Amigo!

Sábado 9 de Abril de 2011


Jesús y sus discípulos salieron hacia las aldeas de Cesarea de Filipo. En el camino les preguntó: —¿Quién dice la gente que soy yo? —Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías, y otros que uno de los profetas —contestaron. —Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? —Tú eres el Cristo —afirmó Pedro. Jesús les ordenó que no hablaran a nadie acerca de él. Marcos 8.27-30 (NVI)


Hay un gran grupo de personas que no saben nada acerca de Jesús. Y no le van a conocer si usted piensa que se puede hacer “a la antígua” – invitándolos a la iglesia. Le hice un reto a mi amigo, Jeff Snyder, para que presentara a Jesús en línea – utilizando cualquier método que quisiera. Así lo hizo. He aquí una version muy condensada de lo que envió por la web al mundo:


“Conoce a mi amigo. Tengo este amigo que tú tienes que conocer. Si no sabes quién es, realmente debieras averiguarlo. Lo he conocido por mucho tiempo, y cada día aprendo algo más de él. El hace amigos con facilidad… y algunas de las cosas que dice te dejan pensando.


Cuando mi amigo nació, su padre le pidió a un buen amigo que saliera y encontrara gente que realmente fueran extranjeros, trabajadores, pero del tipo que nadie quería o con quienes nadie se quería asociar. El padre de mi amigo quería asegurarse que esta gente fuera la primera en escuchar que su hijo había nacido. Le pidió a ese amigo que llevara un coro para cantarle a esta gente, y estos estuvieron fascinados por haber sido amados y ver que alguien les había tomado en cuenta por primera vez en sus vidas. De hecho, cuando la gente pobre y herida sufre, mi amigo siempre está ahí con ellos, llamando a todo el que pueda para que venga y ayude.


Es generoso también. Una vez estaba dictando una conferencia al aire libre, y se extendió. La gente tenía hambre, así que tomó pan y pescado y ¡Dio de comer a todo el mundo! Hasta sobró comida. Así es él de generoso. Ni siquiera escatima precios. Es un sanador, también. Tiene el más grande don de sanar a los enfermos – a hombres, mujeres, niños, otros desahuciados. Sean malestares físicos o problemas mentales, no importa. Y cuando mi amigo sana a alguien, también les libera.


Hay una parte oscura en esta historia. Mi amigo causó la ira de muchos líderes poderosos, aquellos tipos legalistas hacia los cuales era él bien duro – y ellos se las ingeniaron para asesinarlo frente a todo el mundo. Sin embargo, tres días después, mi amigo regresó. Ni siquiera la muerte pudo con él. Yo lo amo por eso. Y la gente hoy en día, en todo el mundo aún habla de él. Su nombre es Jesús, conocido como el Cristo, el Salvador, o el Mesías. Y él también quiere ser tu amigo hoy. De hecho, quiere ser amigo de todo el mundo. Tiene una forma de vida que quiere enseñarte, una forma que es mucho mejor de la que tu hayas conocido.”


Oración: Jesús, ayúdame a contar tu historia a cualquiera que la escuche. Amén.


Preguntas:
1. ¿En cuáles formas le comunicas la historia de Jesús – a cualquiera?
2. Trata de encontrar una nueva manera (para tí) de comunicar la historia del Amor de Dios.

viernes, 8 de abril de 2011

Tocando Vidas

Viernes 8 de Abril de 2011


Llevaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orara por ellos, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.» 15 Después de poner las manos sobre ellos, se fue de allí. Mateo 19.13-15(NVI)


Las últimas semanas de la jornada de Jesús hasta la cruz fueron complejas, llenas de actividad y ansiedad. Pronto sería tiempo para la celebración de la Pascua. Las multitudes crecían, y había mucho más gente. Los líderes del templo abiertamente le amenazaban. Los líderes Romanos estaban inquietos, presintiendo posibles revueltas. Abundaban los rumores y la especulación era desenfrenada.


Recordemos que la Pascua era/es el tiempo en el que los judíos celebraron la liberación de sus ancestros de la esclavitud de Egipto. La Pascua a menudo era un tiempo voluble, marcado por revueltas y derramamiento de sangre. Años antes, Herodes Antipas había matado a miles de judíos en las calles en la época del festival.


La influencia de Jesús crecía día a día, como resultado de sus enseñanzas, los milagros que abiertamente realizaba. También ganaba un grupo de seguidores, algunos lo hacían abiertamente y otros en secreto. ¿Cuáles supone usted que eran algunos de los rumores que circulaban? ¿Qué era lo que la gente preguntaba, o repetía en secreto? ¿Puede imaginarse lo que algunos de los niños de 6 y 7 años decían en las calles? “Yo estaba ahí; yo vi cuando escupió en tierra, y la frotó en los ojos del hombre, ¡Y luego el hombre pudo realmente ver! ¡Tenías que estar ahí para verlo!” O, puede que dijeran “No recuerdo cuando fue la última vez que tenía yo tanto para comer; este hombre solo tenía un par de panes y dos peces, y de alguna manera, ¡la comida empezó a aparecer y a aparecer! – ya estaba yo tan lleno que pensé que iba a reventar! – Que pena que se lo perdieron – eso había que verlo”.


O dirían, “¿Ves que tu hermana siempre está enferma? el hombre sana a la gente – ¡ahí mismo! - sin doctores – sin medicinas – sin dinero, ¡nada!.. es increíble. ¿Por qué no la llevas con él?, y te apuesto a que la sana—llévala donde ese hombre, Josué.” O dirían, “Oye, María, ese hombre es real. A nosotros los niños nos tenían fuera del círculo de los adultos, pero él salió del grupo, y vino donde nosotros, se sentó en una roca, y nos llamó que viniéramos y nos sentaramos con él. Mira que olíamos mal y estábamos sucios, pero hasta nos sentó a algunos en sus piernas – la próxima vez, tienen que venir a verlo”. O escucharíamos lo siguiente: “Sé que nadie quiere a un niño sucio; esa es la historia de mi vida, ya que soy pobre y un abandonado – pero sabes que, el dijo que Dios me ama – nadie en toda mi vida me había dicho algo así. Es que tienes que venir a conocerlo.”


Habían muchos rumores, entre los jóvenes y viejos. Juntos eran parte del momento que lo llevó a la muerte – porque en él, la gente encontró un rayo de esperanza.


Oración: Jesús, ayúdame a tocar vidas, así como tocaste vidas en Galilea. Amén.


Preguntas:
1. ¿Qué rumores ha escuchado acerca de Jesús recientemente?
2. ¿Qué rumores ha diseminado acerca de Jesús recientemente?

jueves, 7 de abril de 2011

Amando como Jesús Ama

Jueves 7 de Abril del 2011


Muchos recaudadores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para oírlo, de modo que los fariseos y los maestros de la ley se pusieron a murmurar: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos.» Lucas 15.1-2 (NVI)


Lucas dibuja todo un cuadro. Jesús rodeado por los “tipos malos” (a propósito, ¡sin excluir a las mujeres!). Y los llamados “tipos malos” están afuera mirando, haciendo pucheros, y quejándose. Después de todo, ¿No sabemos que Dios favorece a los “buenos” y rechaza o castiga a los “malos”?


Jesús decidió ir a la ofensiva. En Lucas 15, encontrará el único lugar en los evangelios en donde Jesús usa tres parábolas, no solo una, para demostrar su idea principal. Quizás usó tres debido a la densidad de sus críticos, los líderes del templo. Puede que quisiera que los “pecadores” que estaban más cercanos a él escucharan las buenas nuevas – y de esperanza – tres veces de seguido. O, ¿acaso es que Jesús usó tres para asegurarse de que TODO EL MUNDO entendiera lo que es importante para Dios?


Hay una oveja perdida; Una moneda perdida; Un hijo pródigo; Y un hijo perdido que quedó en casa. Las ovejas tienen la tendencia a extraviarse para suplir sus necesidades de forma más plena. A la moneda, obviamente, le había sucedido algo, quizás por accidente, o negligencia. El hijo pródigo se perdió en su propio deseo de definir la buena vida por medio de los estándares del mundo. Quería tener el control; quiso hacerlo a su manera. El caso del hijo que quedó en casa, es quizás más trágico, porque estaba perdido, y no lo sabía. No estaba consciente de su perdición. Nunca dejó la casa, nunca rompió las reglas, sin embargo, no entendía el regalo de amor incondicional de su padre.


Imaginémonos que Jesús en persona, ha regresado a visitar su comunidad. ¿A dónde iría primero Jesús? ¿Visitaría su iglesia o quizás una iglesia cercana a la suya? ¿Visitaría a aquella mega-iglesia fuera de la ciudad – o a aquella pequeña iglesia que está lista para cerrar sus puertas?


La respuesta es “ninguna de las anteriores”. Basado en Lucas 15, encontraría a Jesús en el antro de la esquina. Estaría en el bar del vecindario. De seguro que lo encontraría en la prisión local. Ni hablar si un grupo de adolescentes estuviesen pasando un rato bebiendo cerveza y tomando drogas – ahí estaría él con ellos. Pondría sus manos en el hombre del borracho del barrio, y hablaría con él. Hablaría con la prostituta que está haciendo su negocio en la esquina. El amor de Dios es incondicional; es desmesurado, irracional e incondicional. Dios ama a quienes no aman a Dios, aunque nosotros no lo hagamos. Con Dios, no hay otra forma.


Oración: Jesús, ayúdanos a aprender a amar aquellos que no son amados, como lo haces tú. Amén.


Preguntas:
1. En su círculo de vida, ¿A quién ama usted de manera incondicional?
2. ¿Cuándo tocará la vida de alguien que no sabe que Dios le ama?

miércoles, 6 de abril de 2011

Jesús me Ama

Miércoles 6 de Abril de 2011

Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos. Juan 15.12-13 (NVI)

¿Por qué Jesús les dijo una vez más que debían amarse los unos a los otros así como él les había amado? ¿Acaso estaban teniendo los discípulos algunos problemas para relacionarse entre ellos? ¿O acaso necesitaban escuchar, una vez más, solo cuanto realmente les amaba él? ¿Cuán a menudo necesita escuchar usted que Dios le ama, a pesar de todo lo que usted sabe acerca de sí mismo? ¿Le ama Jesús a usted aún en esos días llamados “malos”? ¿Le ama Jesús en el momento en que usted hace algo sabiendo que está considerado como pecado? Cuando no le va bien, ¿Le ama Jesús aún cuando está de “malas”? Cuando todo va mal, y sus nervios están crispados, ¿Le ama Jesús aún en esos momentos?

Recuerdo perfectamente una tarde en particular, en un lugar bien remoto del centro de Pennsylvania, cuando las cosas no iban nada bien. Habían surgido algunos problemas repentinos, emergido nuevas presiones, y nada parecía ir bien. Aún yo mismo pensé si acaso podría orar ese día, y si lo hacía, que diferencia haría del todo. Me dirigí hacia el área de educación en donde había una serie de salones pequeños. El salón al cual entré era utilizado por niños. No había sillas grandes para adultos, así que tuve que sentarme en una silla pequeñita – para orar. Había poca luz en el salón. Pensé que eso era bueno – ¡De la misma forma me sentía yo!

Permanecí sentado mientras mis ojos se ajustaban a la poca luz. No tenía deseos de orar, y me sentí culpable por ello. Eso lo hizo aún peor. A medida que mis ojos se ajustaban a la luz, vi una foto en la pared más lejana a mí. Captó mi atención porque vi la cabeza de un cachorrito. Me levanté del asiento y fui a mirar de cerca. En la foto aparecía un cachorrito de lo más gracioso dentro de una cesta de ropa. Su cabecita sobresalía por el borde de la cesta, con su lengua afuera mostrando el esfuerzo que hacía - pues no podía salir – él también estaba atrapado. En la parte inferior de la fotografía, una maestra había escrito a mano las siguientes palabras: “Jesús te ama tal como eres.” Y así de rápido, pude yo recordar las mejores “buenas noticias” – sí, Jesús me ama – aún en esos días.

Oración: Jesús, gracias por amarme justo de la forma en que soy, aún en mis días malos. Amén.

Preguntas:
1. ¿Cómo puede Jesús amarnos aún cuando estamos en nuestro peor momento?
2. ¿Qué piensa usted sobre el hecho de amar a Jesús mientras pasamos el “peor de los momentos”, o en esos “días malos”?