Una Iglesia llena del poder del Espíritu Santo, que conoce y vive la Escritura (Santa Biblia), que predica con fervor el Evangelio, que descubre y usa los dones que Dios le ha concedido, que está en constante crecimiento, y en la que cada uno de sus miembros es feliz porque experimenta una relación viva y personal con Jesucristo.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Sea que Vivamos o que Muramos del Señor Somos

Miércoles 23 de Marzo de 2011

Todo el que infrinja uno solo de estos mandamientos, por pequeño que sea, y enseñe a otros a hacer lo mismo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos; pero el que los practique y enseñe será considerado grande en el reino de los cielos. Porque les digo a ustedes, que no van a entrar en el reino de los cielos a menos que su justicia supere a la de los fariseos y de los maestros de la ley. Ustedes han oído que se dijo a sus antepasados: “No mates, y todo el que mate quedará sujeto al juicio del tribunal.” Mateo 5.19-21 (NVI)

¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. Santiago 4.14 (NVI)

Dos preguntas: ¿Por cuánto tiempo ha vivido? – y – ¿Por cuánto tiempo vivirá? Cada uno de nosotros sabe la respuesta a la primera pregunta; ninguno sabemos la respuesta a la segunda. En los versos de la lectura de hoy, Jesús le dice a sus oyentes que hay vida ahora, y que tambien hay otra vida. – la “vida eterna”, le llamaba él – más allá. Santiago escribió décadas después que “esta vida es más corta de lo que piensa usted” (v. 14). Según la tradición de la iglesia, a Santiago se le llamaba “Rodillas de Camello Viejo” debido a los gruesos callos que se formaron en sus rodillas, por pasar tantos años en oración “de rodillas” tenaz. Qué encontraremos nosotros si hiciéramos una pausa en nuestro viaje, y mirásemos nuestras rodillas para ver si hallamos en ellas algunos callos?

Los anuncios comerciales de TV sugieren que hay tantas medicinas y curas mágicas que nunca ninguno de nosotros moriremos algun dia. Y la muerte, para muchos, es algo que debemos postergar lo más que podamos. ¿Por qué es esto? Porque el materialismo ya nos ha traído nuestro “Cielo Nuevo y Tierra Nueva”.

Hace muchos siglos, Celso, un historiador Romano trataba de explicar el extraño poder del Cristianismo en su época. Escribió: “La importancia del Cristianismo es el valor excesivo que otorga a cada alma humana.” ¿Qué tanto valora usted su alma en comparación con el valor que da a sus “objetos”?

Cuenta una vieja leyenda sobre un mercader de Bagdad que envió a su sirviente al mercado. Al rato, regresó el sirviente, pálido y temblando, y con gran agitación dijo a su amo: “Allá en el Mercado me empujó una mujer en la multitud, y cuando me volví, vi que había sido la Muerte que me había empujado. Me miró con gesto amenazante. Amo, por favor, présteme su caballo, pues me tengo que escabullir para evitarla. Cabalgaré hasta la ciudad de Samarra y allí me esconderé para que la Muerte no me encuentre”. El mercader le prestó su caballo y el sirviente huyó a gran galope. Luego el mercader llegó al mercado y vió a la Muerte entre la multitud. Se dirigió hacia ella y le preguntó, ¿Por qué asustaste a mi siervo esta mañana? Por qué le hiciste un gesto amenazante? “Eso no fue un gesto amenazante”, le respondió la Muerte “Fue solo un asomo de sorpresa. Me dejó estupefacta el haberlo visto en Bagdad, puesto que tengo una cita con él esta noche en Samarra”. Cada uno de nosotros tiene una cita en Samarra. Sin embargo, si conociera a Jesús, no hay nada que temer o de qué preocuparse – ni ahora, ni después.

Oración: Jesús, gracias por quitar el miedo a la muerte de todos aquellos quienes creemos. Amén.

Preguntas:
1. ¿Qué ha “acumulado en el cielo” para su próxima vida?
2. ¿Cuales prioridades tiene ahora en esta vida que vive ahora?