Una Iglesia llena del poder del Espíritu Santo, que conoce y vive la Escritura (Santa Biblia), que predica con fervor el Evangelio, que descubre y usa los dones que Dios le ha concedido, que está en constante crecimiento, y en la que cada uno de sus miembros es feliz porque experimenta una relación viva y personal con Jesucristo.

martes, 22 de marzo de 2011

Ejemplo Samaritano

Martes 22 de Marzo de 2011

Lectura Bíblica: Lucas 10:25-37

De forma diferente a los pensamientos de ayer, los “Samaritanos” eran el eje central de una de las parábolas de Jesús más conocidas, aquella del Buen Samaritano. Por su propia naturaleza, una parábola desarma a quien la escucha, clarifica alguna información, y a menudo le lleva a airarse, también. En esta historia que consta de dos partes, Jesús lleva al líder religioso a responderse su propia pregunta primero, y luego responde su segunda pregunta con la parábola del Buen Samaritano.

Imagine que usted estuviera dentro de esa audiencia aquel día. Cómo hubiera respondido a la pregunta de: “¿Qué he de hacer para tener la vida eterna?” Mientras piensa en su respuesta, el líder religioso rápidamente dio la respuesta correcta: Amar a Dios “con toda su pasión, y oración, y músculos, e inteligencia” – y amar a su prójimo como sí mismo. Ya que está usted imaginando que es parte de la audiencia aquel día, evalúese usted mismo dentro de la escala del 1 al 10 en cada categoría:

Amar a Dios______
Amar al prójimo _______

El líder religioso no quedó muy felíz cuando Jesús le contestó su propia pregunta, y luego le dio una especie de palmadita en la espalda por lo que había dicho. De forma tal que introdujo otra pregunta: “¿Quién es mi prójimo?” Uno de los objetivos de una parábola es el ayudar al oyente a encontrar su propio lugar en la historia narada.

Recuerde que la comunidad religiosa estaba (o por lo menos eso pensaban) entre la élite de la época. ¡Altamente respetados, temidos, y siempre teniendo la razón! Un Samaritano, sin embargo, pertenecía a una clase religiosa, racial, y económica altamente despreciada! Me estremece siempre leer esta parábola, porque hace tiempo, fui “marcado” como religioso. Y he aquí dos de mis colegas (del pasado), y mira lo que hicieron. Obviamente, Jesús no tenía en muy alta estima a ninguno de los dos. Oh, yo sé que los sacerdotes tenían que evitar contaminarse con la impureza de un cadáver a toda costa. Por lo que supongo que el hombre que yacía en el camino parecía que estaba muerto. Por lo que tuve una razón muy legítima para cruzar al otro lado del camino – ves, ¡¡¡ni siquiera mi sombra debía tocar el cadáver!!! Luego vino aquel Samaritano “inferior, sin importancia” del otro lado del camino, y podemos ver lo que hizo, y el elogio que recibió. Jesús llegó hasta a ofender a sus oyentes con esta ilustración. ¿En dónde se ve usted en esta parábola?

Oración: Jesús, abre mis ojos para que pueda ver quien es mi prójimo. Amén.

Preguntas:
1. ¿En qué momento ha ayudado a algun prójimo de “inferior clase, sin importancia”?
2. Identifique a alguien, y haga un acuerdo con Dios que antes de Cuaresma, usted hará una labor de “Samaritano/a” hacia esa(s) persona(s).

Jesús alcanzando Vidas

Lunes 21 de Marzo de 2011

Lectura Bíblica: Juan 4:5-42

Luego del primer milagro de Jesús, no pasó mucho tiempo hasta que tuvo también su primer evangelista. La “hora sexta” normalmente quiere decir el mediodía; Además Jesús y los discípulos habían estando viajando por alrededor de seis horas. Era momento de un descanso, y los discípulos fueron a buscar alimento. Las mujeres del poblado no vendrían a buscar agua en medio del sol candente, pero esta mujer sí lo hizo, porque tenía que venir sola.

¿Encuentra sorprendente que Jesús hablara por más tiempo con esta mujer Samaritana que con alguien otra persona en los relatos de los evangelios? Después de todo, ella tenía ya tres “strikes” en su contra: el primero, era mujer; el segundo, era Samaritana; y tercero, era una mujer de baja reputación. Había venido sola a sacar agua puesto que ella no le caía bien a las otras mujeres de Sicar debido a su vida sexual. Los maestros Judíos habían evitado todo contacto con las mujeres Samaritanas, quienes, según ellos declaraban, no eran impuras desde el nacimiento. Otros escritos antíguos Narran que aún el pedirle agua a una mujer era interpretado como un coqueteo, especialmente si esta había ido sola debido a su dudosa reputación.

Jesús rompió todas las reglas de piedad en esta situación. No sólo la comida Samaritana era impura, aún el recipiente que contenía el agua era considerado impuro para el consumo Judío. Cuando Jesús clarificó la ambigua situación conyugal de la mujer, debemos recordar que los Samaritanos no eran menos piadosos y estrictos que los Judíos, y que el comportamiento de la mujer hubiese resultado en un completo ostracismo de la comunidad religiosa Samaritana, lo cual hubiese incluido todo el poblado de Sicar. En otras palabras, era una completa solitaria, sin un amigo. Cada vez que leo los versos que narran que los discípulos regresaban con su almuerzo, tengo que sonreír. “Estaban atónitos. No podían creer que el estaba hablando con un tipo de mujer como esa. Ninguno expresó su pensar; Pero lo mostraban en su rostro.” (Versión El Mensaje).

No es sorprendente que él le afirma a esta mujer “Yo soy él” – el Mesías? Y esta mujer – no los discípulos, no aquellos que presenciaron el primer milagro, no su familia, no los Fariseos – fue la primera persona en suponer quién era Jesús. El Mesías es aquel que te muestra quien eres tu al mostrarte quién es él – es él quien atraviesa todas las barreras, rompe todas las reglas, quita todos los disfraces – y quién le habla como alguien que le ha conocido toda su vida. “vengan”, he aquí un hombre que me dijo todo lo que hecho”. Vengan, conozcan a Jesús.”

Oración: Jesús, gracias por amarnos a pesar de nuestra forma de ser. Amen.

Preguntas:
1. ¿Cuándo ha salido usted a alcanzar las vidas de aquellos que no pertenecen a ningún lugar?
2. ¿Cuál es el ejemplo que quiso dejar Jesús a la iglesia de hoy en esta historia?