El Reto
Vivir implica retos. Momento tras momento, desde que nacemos tenemos que enfrentarlos, Dios nos capacitado para hacerlo. Todos, en algún momento de la vida hemos tenido que enfrentar retos. Estos entonces son buenos porque cuando los enfrentamos y los vencemos, hallamos satisfacción y aprendemos a identificar nuestras capacidades y a sobreponernos a nuestras limitaciones.
Enfrentar retos y vencer, implica lucha y esfuerzo. Quien no está dispuesto a enfrentarlos con lucha y esfuerzo, jamás podrá realizarse (será un fracasado). La vida cristiana es un reto, Jesús nos desafía a seguirle, y ese seguimiento implica decisión, tenacidad, esfuerzo, coraje y amor. Dios mismo decidió enfrentar retos. El mayor de ellos: salvarte. Reconciliar al mundo con Dios en Cristo. El costo fue altísimo. Precio de sangre. Su propia vida. Y quiso pagarlo.
Alcanzar nuestras metas y sueños siempre tendrá un costo. Dependiendo de la magnitud de nuestras metas el costo será mayor o menor, pero siempre habrá un precio que pagar. Ya lo dice el refrán...
