Una Iglesia llena del poder del Espíritu Santo, que conoce y vive la Escritura (Santa Biblia), que predica con fervor el Evangelio, que descubre y usa los dones que Dios le ha concedido, que está en constante crecimiento, y en la que cada uno de sus miembros es feliz porque experimenta una relación viva y personal con Jesucristo.

martes, 28 de abril de 2009

Para el Culto de Hogar del 3 de Mayo

En razón de la suspensión de las reuniones dominicales en el templo el proximo domingo 3 de mayo, quiero animar a las familias de la iglesia local a que aprovechemos la oportunidad de celebrar al Señor en un culto de hogar (familiar) dirigido por el (la) jefe(a) de familia.

La idea es que cada familia se reúna en su propia casa a las 11:00Hrs. (o a otra hora en la que toda la familia que comúnmente participa del servicio en la iglesia lo decida) del domingo 3 de mayo, para tener un tiempo de alabanza, adoración, testimonios y reflexión en la Palabra de Dios.

Hagamos de esta contingencia que vive nuestra nación una oportunidad para seguir glorificando a nuestro Dios y Salvador Jesucristo, y aprovechemos para seguir en oración, clamando por nuestra patria.



AL HACER CLICK EN LA LIGA INDICADA SE ABRIRÁ UN DOCUMENTO CON EL ORDEN SUGERIDO PARA EL CULTO EN CASA Y LA MEDITACIÓN. PORFAVOR IMPRIMELO Y COMPARTELO CON OTRAS FAMILIAS DE LA IGLESIA QUE NO TENGAN ACCESO A INTERNET.


Les encargo encarecidamente no dejemos de lado esta hermosa oprtunidad de convivir cada cual con su familia y honrar juntos a nuestro Dios.

Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Juan 20.19

El Salmo 91 (NVI)

El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.

Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío.»

Sólo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio.

¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte! No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que acecha en las sombras ni la plaga que destruye a mediodía. Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará.

Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección, ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar.

«Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre.

Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación.»