Una Iglesia llena del poder del Espíritu Santo, que conoce y vive la Escritura (Santa Biblia), que predica con fervor el Evangelio, que descubre y usa los dones que Dios le ha concedido, que está en constante crecimiento, y en la que cada uno de sus miembros es feliz porque experimenta una relación viva y personal con Jesucristo.

sábado, 2 de abril de 2011

Era Yo

Sábado 2 de Abril de 2011


Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. «La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—. Mateo 9.36-37(NVI)


Ellos también le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o como forastero, o necesitado de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?” Él les responderá: “Les aseguro que todo lo que no hicieron por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron por mí.” Mateo 25.44-45(NVI)


Cierre sus ojos por unos pocos segundos. Imagínese que está parado detrás de la central telefónica en el cielo. Dios está contestando la llamada. Escuchemos…


Persona que llama: Hola, Dios. No puedo dormir esta noche.
Dios: ¿Por qué, te fuiste a la cama cansado?
Persona que llama: Sí. Pensé que estaba lo suficientemente cansado para dormirme. Pero no puedo. Sigo viendo los rostros que vi hoy, y no los puedo olvidar.
Dios: Cuéntame sobre eso.
Persona que llama: Primero, le prometí a mi vecino que iría al asilo por él a entregarle un paquete a su anciana madre. Una enfermera me llevó a su habitación. Había ancianos por doquiera. Algunos me querían tocar. Otros decían cosas sin sentido. Otros vociferaban. Uno maldecía.
Dios: ¿Y eso te molestó?
Persona que llama: Sí, porque normalmente no voy a lugares como ese. Se veía tan vieja, su rostro tan arrugado. No podía ni siquiera hablar. Le entregué el paquete, y luego ella se acercó a tocarme. Pero yo no quería tocar a alguien así. Y sus ojos, nunca olvidaré sus ojos. Sencillamente salí corriendo.
Dios: ¿Qué más sucedió?
Persona que llama: Tuve que correr a una tienda de la esquina a comprar un par de cosas. Entonces, justo en la puerta había un hombre con una cara sucia, sin afeitar, naríz congestionada, manos sucias, y estaba temblando. Parecía hambriento, y estaba tan sucio.
Dios: ¿Es por eso que lo recuerdas?
Persona que llama: Cuando entraba a la tienda, el empezó a decir algo, y ya sabía yo que iba a pedirme dinero. Sabes, yo no le doy dinero a gente así; Yo doy dinero a mi iglesia, pero no a gente sucia.
Dios: ¿Te pidió dinero?
Persona que llama: Ni siquiera le di la oportunidad. Pero cuando le pasé por el lado, me miró a los ojos, como si fuese a decirme que sabía lo que yo estaba sintiendo dentro de mí.
Dios: Vaya día que has tenido. ¿Algo más sucedió?
Persona que llama: Camino a mi casa, mientras pasaba por un hogar de gente con discapacidad, un niño se atravesó en el camino tratando de recoger una pelota, y pisé los frenos de forma repentina. El niño se cayó, pero no le atropellé.
Dios: De seguro que pasaste un gran susto.
Persona que llama: ¡Estaba frenético! Salí del vehículo, y le pregunté si estaba herido. Solo me miró, y era obvio que era retardado. Murmuró algunas palabras, luego se sujetó a mis brazos y me agarró las manos. ¡¡Señalaba la pelota, y quería que jugara con él!I
Dios: ¿Y lo hiciste?
Persona que llama: Pero, ¿Cómo, Dios?.. ¡Has de estar bromeando! Aún así, la mirada en su rostro al momento en que arrancaba en el vehículo todavía me persigue. Parecía tan desilusionado. ¿Por qué tenía que sucederme esto hoy …Dios?
Dios: Te lo diré. Yo era aquella anciana del asilo que quería tocarte. Yo era aquel sucio vagabundo. Yo era el niño que quería jugar a la pelota contigo.


Oración: Jesús, muéstrame cómo puedo hacer lo que harías tú si estuvieras en mi lugar. Amén.


Preguntas:
1. ¿Cuando has “hecho tú algo a uno de estos *pequeños”?
2. Qué sentimientos afloran en usted al leer los versículos de la lectura de hoy?

No hay comentarios: