Una Iglesia llena del poder del Espíritu Santo, que conoce y vive la Escritura (Santa Biblia), que predica con fervor el Evangelio, que descubre y usa los dones que Dios le ha concedido, que está en constante crecimiento, y en la que cada uno de sus miembros es feliz porque experimenta una relación viva y personal con Jesucristo.

jueves, 24 de julio de 2008



No deseches la bendición de recibir Palabra de Dios que transformará tu mente, tu corazón y tu vida.

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martes, 22 de julio de 2008

Avances Baños al 22 de julio del 08

¡Ya estamos más cerca de la meta que cuando iniciamos!
Aquí algunas imagenes del estado de la construcción de la nueva área de baños. Y una vista preeliminar de cómo quedarán.

Puerta de acceso a los baños (izq.) y puerta a pasillo de Servicio (der.)


Vestíbulo y ventana al pasillo de servicio. La foto de arriba presenta el estado actual, la imagen de abajo como se verá ya terminado.


Se completó el levantamiento de pretiles e impermeabilización del techo.


Yeso en el techo (interior)

Así deberá quedar ya terminados el techo y la iluminación

Las fotos que se presentan a continuación son una propuesta de acabados y muebles. Así podrían verse los nuevos baños ya terminados
Baños Hombres


Lavabos Baños Mujeres


Lavabos Baños Hombres


Entrando a baños varones


Toma aérea


Entrada Baños Mujeres

lunes, 14 de julio de 2008

TU DESIERTO PARTE II

¿Para que nos lleva Dios al desierto?

1) Para humillarnos. En este periodo recordamos quiénes somos y quien es Dios. Se nos humilla haciéndonos pasar por el desierto, nos hace más dependientes de Dios. Otros notan nuestra situación y es humillante admitir que pasamos por tiempos de aflicción. El mundo nos ha ensenado a evitar toda humillación, pero Dios sabe que lo más grande que podemos tener es humildad constante. La humildad es buena, el orgullo es el que debemos temer.

2) Para ponernos a prueba. El nos permite estar en situaciones que revelan como es nuestro carácter. Bajo presión sale lo que está dentro de nosotros. La prueba revela a Dios y a nosotros nuestras debilidades y fortalezas. Dios quiere arreglar nuestras fallas en el taller. Es mejor arreglarlas aquí que en el camino. Solo en el desierto sabemos que hay dentro de nuestro corazón. Al enfrentar situaciones que nos disgustan, cuando somos privados de algo o cuando las cosas están fuera de control, nos sorprenderá lo que se manifiesta. ¿Cómo responderemos? Puede ser de mil maneras, desde sintiéndonos incómodos, con enojo, con quejas, culpando a todo mundo por nuestra situación. Cuanto más orgullo tenemos, más difícil es ver lo que sale de nuestro corazón. Con orgullo negamos actitudes, emociones y reacciones que emergen. Con humildad aceptamos lo que vemos y trataremos con ello responsablemente.

QUE HACER EN EL DESIERTO

  • Agradezca verdaderamente al Señor por mostrarle lo que está en su corazón
  • Arrepentirse y pedir perdón por cualquier pecado o motivo. Pedir a otros que lo perdonen
  • Buscar la ayuda de Dios para vencer y crear nuevos hábitos y actitudes nuevas
  • Resistir al enemigo
  • Nunca negar que se está pasando por un desierto
  • No se sienta condenado por lo que afloro durante el desierto
  • Gracias, Dios por mostrarme lo que hay en mi corazón.
Todos pasamos por desiertos para ver si guardamos o no los mandamientos de Dios. Es allí donde perdemos la oportunidad, es allí donde caemos. Si tenemos tendencia a ciertos pecados es fácil irse por el camino equivocado. En el desierto es cuando seremos tentados a abdicar, a fracasar, a pecar y a apartarnos de la voluntad de Dios. No tienes cobertura espiritual, es un asunto entre tú y Dios. Dios nos hace pasar por estos tiempos no para fracasar, sino para prevalecer. El desierto es el mejor lugar para crecer. Si permanecemos fieles, obedientes, guardando sus mandamientos en las pruebas, superaremos esta situación. Si continuamos obedeciéndole en tiempos difíciles estamos realmente consagrados. Si no guardamos sus mandamientos en el desierto no estaremos verdaderamente consagrados. No deberíamos nunca permitir que el enemigo nos obligue a salir de la escuela del desierto.

lunes, 7 de julio de 2008

TU DESIERTO

“He aquí que yo hago cosa nueva: pronto saldrá a luz, ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la tierra estéril” Is 43:19

Aunque estés pasando por un desierto en tu vida, Dios va contigo, de día en una columna de nube para guiarte por el camino para protegerte de los candentes rayos del sol. De noche en una columna de fuego para alumbrarte, para calentarte, para que te sientes seguro en medio de la oscuridad. De día y de noche el Señor va contigo... En medio del desierto habrá murmuraciones, quejas, argumentos contra Dios. Porque, Señor... Porque, Yo.

Deberemos no temer, sino permanecer, estar firmes y esperar en Dios sabedores que El actuará. Esperar la apertura del mar Rojo en nuestra vida, ver el milagro de Dios sepultando carros y caballos hasta lo profundo del mar. Y dar gracias y no olvidar jamás los beneficios del Señor. Tal vez de tanto caminar por tu desierto tengas sed, de agua, agua viva y cuando la encuentres te sabrá amarga, recuerda que Dios te está probando, pídele a El que te la endulce. Tal vez tengas hambre y murmures y discutas, confía en El, espera la carne, el alimento, el pan del cielo. El Señor te alimentará y saciara tu sed en todo el trayecto a través del desierto. El te ha provisto de un buen calzado, el calzado del apresto del evangelio de la paz. El te ha provisto de un ropaje especial para este penoso trayecto, un ropaje espiritual, una armadura.

A pesar de sentirte solo, triste, abandonado, decepcionado, Dios está a tu lado diciéndote nuevamente: adelante hijo, como los santos varones que te precedieron, como el mismo Jesucristo le sucedió, tu también tienes que ir al desierto. Allí tendrás que dejar la queja, la amargura, la murmuración, la decepción, el miedo y la flaqueza. Tenemos que comprender por qué Dios nos permite pasar por el desierto, si no entendemos esto tal vez nos frustremos y nos amargaremos contra Dios.

¿Para qué nos lleva Dios al desierto?
1) Para humillarnos 2) Para ponernos a prueba

Continuaremos si Dios quiere la próxima semana……………………………