Una Iglesia llena del poder del Espíritu Santo, que conoce y vive la Escritura (Santa Biblia), que predica con fervor el Evangelio, que descubre y usa los dones que Dios le ha concedido, que está en constante crecimiento, y en la que cada uno de sus miembros es feliz porque experimenta una relación viva y personal con Jesucristo.

sábado, 20 de marzo de 2010

Haz el doble

Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente.” Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda. Mateo 5.38-42NVI



Reflexión:
Hace unos cinco o seis años un “experto” en negocios de la Radio Pública Nacional dijo que si usted quiere iniciar un negocio, o si quiere sobrevivir en su pequeño negocio, debe prestar atención a la ¨”Ley de Dos”. Dicha “Ley” dice que le tomará el doble de tiempo de lo que usted piensa para obtener finalmente el éxito; y que tomará el doble de energía y el doble del dinero que usted está dispuesto a invertir. Sacrificará el doble de lo que ha planeado, y fallará el doble de las veces que tenga éxito.

Sin mucho esfuerzo, esta máxima de negocios puede fácilmente transferirse a la vida misma. Quizás Jesús tenía esto en mente cuando nos sugirió que viajáramos dos millas cuando un soldado Romano nos pidiera que viajáramos una, ¡mientras cargábamos su equipaje! O la ley de dos de Jesús sugería volver no una mejilla, sino dos. En cuanto al perdón, Jesús siempre sugirió que vayamos más allá de un solo acto de perdón, hasta dos – y más allá.

¿Cómo puede la Ley de Dos funcionar para los cristianos? He aquí algunos posibles escenarios para tu consideración:
  • Encuentra a alguien en tu vida (ya la persona está en ella!) que sea la mitad de lo que eres, y ofrécele el doble del tiempo y cuidado del que le has mostrado hasta ahora.

  • Encuentra a alguien que haya trabajado dos veces más fuerte que tú en este mundo, y sólo haya progresado la mitad, y dale el doble de ayuda que el/ella merece.

  • Encuentra a alguien cuya copa de vida espiritual, esté por lo menos, solo medio llena, y ora por esa persona dos veces al día para que Dios le duplique su bendición.

  • Cuando estés enojado, toma dos respiros produndos en lugar de uno; toma diez minutos antes de responder, en lugar de cinco.

  • Piensa en ti mismo sólo la mitad de lo que lo haces, de forma tal que puedas dar dos veces más de ti mismo a las necesidades del mundo.

  • Por lo menos una vez al año, considera dar para la obra de Dios lo que normalmente das, y luego, dá el doble.

  • Si tu vida de oración consiste en un minuto, haz que sean dos; si es cinco minutos, entonces haz que sean diez.

  • En lugar de invitar una nueva persona a la iglesia, invita a dos.

  • En lugar de dar comida a una familia en necesidad, dá a dos familias.

  • En lugar de compartir las Buenas Nuevas de Jesús con solo una persona, hazlo con dos.

Oración:

Señor Jesús, así como multiplicaste los panes y peces, multiplica mis esfuerzos por ti. Amén.

Preguntas:
1. Si pudieras duplicar tus esfuerzos por Cristo, ¿Qué sucedería?
2. ¿Cuáles asuntos de la “Ley de Dos” puedes agregar a la lista anterior?

Mensaje Pastor David Wilkerson