Una Iglesia llena del poder del Espíritu Santo, que conoce y vive la Escritura (Santa Biblia), que predica con fervor el Evangelio, que descubre y usa los dones que Dios le ha concedido, que está en constante crecimiento, y en la que cada uno de sus miembros es feliz porque experimenta una relación viva y personal con Jesucristo.

lunes, 18 de abril de 2011

El Camino a la Cruz

Lunes 18 de Abril de 2011


Entonces se separó de ellos a una buena distancia, se arrodilló y empezó a orar: «Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya.» Lucas 22.41-42 (NVI)


¿Por qué Jesús persistía en su curso de acción, cuando fácilmente pudo haberle puesto fin a la agonía y verguenza de lo que llamamos Semana Santa? Quizás Nancy y Steve James, misioneros de la Iglesia Bautista Americana en Haití puedan darnos una buena explicación. Habían trabajado muy duro día y noche desde el devastador terremoto del 2010. He aquí su historia:


“Mientras atendíamos a los heridos debajo de los árboles, entre frecuentes réplicas, curamos a un pequeñito de 3 años de nombre Rivaldy. Su pierna había sido aplastada por las paredes de su hogar destruído, y no solo estaban rotas, sino cubiertas de llagas e hinchadas por la infección. Lloraba mientras le limpiábamos, vendábamos y entablillábamos su pierna rota. Le dije a su padre, Simeón, que necesitaba traer a Rivaldy todos los días al lugar que teníamos bajo los árboles para continuar los tratamientos. Dentro de pocos días, la hinchazón empezó a ceder, y con una tablilla hecha de madera, cartón y cinta adhesiva, sentimos que eventualmente podría volver a caminar. Al tercer día, Simeón miró a Steve de forma extraña y le dijo: ‘Dr. Steve, tengo algo que decirle. He escuchado acerca de Jesús. No sé quien sea él ni sé nada acerca de él. Aunque no conocía a Jesús, sé sin duda alguna, que fue Jesús y sólo él quien salvó a nuestro bebé de 18 días de nacido. Tan pronto sucedió el terremoto nuestra casa de cemento colapsó. Mi esposa estaba justamente saliendo de la casa en ese preciso instante, y el bebé estaba dentro de la casa. Ella sufrió heridas leves, pero toda la casa se derrumbó sobre nuestro niño recién nacido. Buscamos y buscamos entre los escombros, con la seguridad que estaría muerto. Sin embargo, de forma milagrosa, encontramos a nuestro bebé sin un rasguño.’ Y continuó diciendo. ‘No sé quién sea Jesús, y tengo miedo entregarle mi vida a él, pues he escuchado que es peligroso creer solo en Jesús. Puede usted ayudarme a encontrar a Jesús?’ Steve le presentó a Jesús, oró con él, y desde aquel día Simeón empezó su caminar con Jesús. Avisamos a los Cristianos que residían en el area, y prometieron orar por él, y ayudar a discipularle en su nueva vida en Cristo. Al siguiente día, Simeón y su esposa vinieron con Rivaldy y nos pidieron un favor. Podría Steve poner el nombre a su bebé quien todavía no tenía un nombre? El dijo, ‘Su bebé me recuerda a un niñito de la Biblia que fue salvado de la muerte, llamado Moisés. Se convirtió en un gran líder de Dios. ¿Qué piensan ustedes?’ ‘ Le llamaremos Moisés, entonces’, dijeron con rostros felices.”


Hoy sé que Jesús tenía una sonrisa pintada en su rostro, mientras reflexionaba que la cruz, de hecho, es el único camino a seguir.


Oración: Jesús, a través de tu muerte, gracias por las vidas que has cambiado. Amén.


Preguntas:
1. Cómo ha hecho Jesús una diferencia en nuestro mundo?
2. ¿De qué forma es su vida diferente – por el hecho de saber que Jesús sufrió y murió en una cruz por usted?