Una Iglesia llena del poder del Espíritu Santo, que conoce y vive la Escritura (Santa Biblia), que predica con fervor el Evangelio, que descubre y usa los dones que Dios le ha concedido, que está en constante crecimiento, y en la que cada uno de sus miembros es feliz porque experimenta una relación viva y personal con Jesucristo.

martes, 29 de marzo de 2011

Ama

Martes, 29 de Marzo de 2011


»Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros. Juan 13.34-35 (NVI)


Jesús afirmó la necesidad que tenemos de amar a Dios, y a nuestro prójimo tambien. Luego agregó un tercer mandamiento: “Amense los unos a los otros. De la misma forma en que les he amado yo, ámense los unos a los otros”. Es así como cada uno sabrá que ustedes son mis discípulos – cuando vean el amor que tienen los unos por los otros.” (Versión El Mensaje) ¿A quiénes les hablaba? A los discípulos y a aquel pequeño grupo de creyentes y seguidores leales que fueron el primer “los” – el cuerpo de Cristo. Nos hablaba a cada uno de nosotros, y a nuestras iglesias. Si ustedes son Cristianos, dijo él, entonces, ámense los unos a los otros. ¿Cómo funciona eso en su iglesia; En su clase o grupo pequeño; En su familia? ¿Acaso es cada uno de los miembros de su iglesia gente “fácil de amar”? ¿Y qué de su familia de la iglesia? ¿Ama usted a cada miembro de su familia de la fe? Probablemente me dirá usted que estoy siendo entrometido, o estoy pidiendo lo imposible. Considere lo que Jesús quiso realmente decir.


Cantan himnos viejos, y lentos – ámelos. Cantan muy rápido y no me sé ninguna de las canciones – ámelos. Algunos/as no predican bien – ámelos. Sencillamente, no visten bien – ámelos. Son ricos, y presumen de ello – ámelos. El color de su piel es diferente al mío – ámelos. No pueden siquiera entonar al cantar - ámelos. Todo lo que quieren es mi dinero – ámelos. La iglesia es dirigida por personas viejas – ámelos. Ella es chismosa – ámela. El es chismoso – ámelo. Quieren cambiar todo – ámelos. Son pobres – ámelos. Este usa drogas – ámelo. Ella no mantiene ninguno de sus trabajos – ámela. Este quiere controlar todo – ámelo. Ninguno me escucha – ámelos. Esta es una borracha – ámela. Este hizo trampa en la escuela – ámelo. Ella mintió para librarse de un problema – ámela. Usted pudiera agregar miles de situaciones más a la lista.


Amar a Dios no es fácil; y amar a nuestro prójimo es aún más difícil. En cambio cuando Jesús nos dice que estamos supuestos a amar a toda nuestra familia de la iglesia – o a toda la familia de Dios – parece que es algo casi imposible. Cuando era yo un jovencito, recuerdo asistir a las reuniones de Oración los Miércoles en la noche. ¡Todavía recuerdo a Tom, Bill, Carolyn y alguno de los demás que nunca hicieron una oración corta en su vida! Mi mente divagaba por toda la ciudad. Me causaba sueño, pero no me atrevía a cabecear. ¡Confieso que de seguro no los amaba a ninguno los Miércoles, sin embargo, trataba de amarlos un poquito los Domingos! .. Y pensar que Jesús quería que los amara a pesar de lo largo de sus oraciones. ¡Amar, como Jesús amó, es sencillamente algo difícil de hacer!


Oración: Jesús ayúdame a mostrar con ejemplo tu amor inagotable en la iglesia. Amén.


Preguntas:
1. Haga una lista de aquellas personas a quienes usted encuentra fácil de amar dentro de su familia de la iglesia
2. Elija uno a quien realmente no es fácil amar, y haga lo que Jesús dijo que hiciéramos.