Una Iglesia llena del poder del Espíritu Santo, que conoce y vive la Escritura (Santa Biblia), que predica con fervor el Evangelio, que descubre y usa los dones que Dios le ha concedido, que está en constante crecimiento, y en la que cada uno de sus miembros es feliz porque experimenta una relación viva y personal con Jesucristo.

martes, 12 de abril de 2011

Es Necesario dar Fruto

Lunes 11 de Abril se 2011


»Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.
»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos. Juan 15.1-8(NVI)


La aventura terrenal de Jesús estaba a punto de terminar. La cruz está apenas a solo días de distancia. Cuando uno está en sus últimos momentos, es crítico que se digan las cosas más importantes. Jesús sabía que sus tres años de ministerio público llegaban a su fin. Durante esos tres años, él había sido el actor principal. Pero cuando se marchó, sus seguidores se convertirían en los principales actores. Era sumamente importante que supieran que debían “llevar fruto”, sin el cual había poca oportunidad de que se estableciese alguna vez el Reino de Dios.


Deténgase por un minuto y reflexione sobre cual tipo de fruto está usted produciendo en lugar del Jesús resucitado. ¡Una de las cosas que nos llevaremos con nosotros a través de las puertas del cielo es nuestra lista de frutos! Si piensa que hay algo más que pueda usted llevarse, ¡Me temo que está equivocado! En el mundo actual, un nombre que rápidamente viene a la mente como alguien quien produjo frutos de forma inusual fue la Madre Teresa. Ella cuenta esta historia de llevar fruto. “Una vez recogí a una mujer de un basurero que estaba con una fiebre muy alta; Estaba ya en sus últimos momentos de vida y su único lamento era este: ‘Mi hijo me hizo esto’. Le rogué: Debe perdonar a su hijo. En un momento de ira, cuando estaba fuera de sí, hizo algo que hoy lamenta. Sea una madre para él, y perdónelo. Me tomó un largo rato ayudarla a finalmente decir ‘perdono a mi hijo’.
Justo antes que muriera en mis brazos, pudo decir esas palabras con un perdón real.


No le preocupaba su agonía. La herida de su corazón era que su hijo no la había querido. Usted y yo podemos entender esto.” La mujer murió, confortada por el hecho de que alguien, la Madre Teresa la quería y se preocupaba por ella. Por favor, esté consciente de que el llevar fruto no significa hacer algo en público, dramático o exótico. El llevar fruto puede ser tan sencillo como decir una palabra amable a alguien; escuchar a alguien aun cuando prefiera no hacerlo; mostrar paciencia en una situación de tensión; dar un toque de gentileza a alguien que lo necesita; Ofrecer palabras de aliento a alguien que está pasando por un momento difícil; Escribir una nota de aprecio a alguien herido; Hacer una llamada telefónica, o visitar a alguien que usted sabe que está solo; Visitar un asilo de ancianos. El punto principal en la escritura de hoy es que CADA UNO DE NOSOTROS NECESITA LLEVAR FRUTO. ¿Cómo va creciendo su jardín?


Oración: Jesús, aunque sé que va a doler, pódame para que produzca yo aún más fruto. Amén.


Preguntas:
1. ¿Qué tan larga es su lista de frutos – para el Reino de Dios?
2. ¿Qué puede agregar a su lista?

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