Una Iglesia llena del poder del Espíritu Santo, que conoce y vive la Escritura (Santa Biblia), que predica con fervor el Evangelio, que descubre y usa los dones que Dios le ha concedido, que está en constante crecimiento, y en la que cada uno de sus miembros es feliz porque experimenta una relación viva y personal con Jesucristo.

martes, 22 de marzo de 2011

Jesús alcanzando Vidas

Lunes 21 de Marzo de 2011

Lectura Bíblica: Juan 4:5-42

Luego del primer milagro de Jesús, no pasó mucho tiempo hasta que tuvo también su primer evangelista. La “hora sexta” normalmente quiere decir el mediodía; Además Jesús y los discípulos habían estando viajando por alrededor de seis horas. Era momento de un descanso, y los discípulos fueron a buscar alimento. Las mujeres del poblado no vendrían a buscar agua en medio del sol candente, pero esta mujer sí lo hizo, porque tenía que venir sola.

¿Encuentra sorprendente que Jesús hablara por más tiempo con esta mujer Samaritana que con alguien otra persona en los relatos de los evangelios? Después de todo, ella tenía ya tres “strikes” en su contra: el primero, era mujer; el segundo, era Samaritana; y tercero, era una mujer de baja reputación. Había venido sola a sacar agua puesto que ella no le caía bien a las otras mujeres de Sicar debido a su vida sexual. Los maestros Judíos habían evitado todo contacto con las mujeres Samaritanas, quienes, según ellos declaraban, no eran impuras desde el nacimiento. Otros escritos antíguos Narran que aún el pedirle agua a una mujer era interpretado como un coqueteo, especialmente si esta había ido sola debido a su dudosa reputación.

Jesús rompió todas las reglas de piedad en esta situación. No sólo la comida Samaritana era impura, aún el recipiente que contenía el agua era considerado impuro para el consumo Judío. Cuando Jesús clarificó la ambigua situación conyugal de la mujer, debemos recordar que los Samaritanos no eran menos piadosos y estrictos que los Judíos, y que el comportamiento de la mujer hubiese resultado en un completo ostracismo de la comunidad religiosa Samaritana, lo cual hubiese incluido todo el poblado de Sicar. En otras palabras, era una completa solitaria, sin un amigo. Cada vez que leo los versos que narran que los discípulos regresaban con su almuerzo, tengo que sonreír. “Estaban atónitos. No podían creer que el estaba hablando con un tipo de mujer como esa. Ninguno expresó su pensar; Pero lo mostraban en su rostro.” (Versión El Mensaje).

No es sorprendente que él le afirma a esta mujer “Yo soy él” – el Mesías? Y esta mujer – no los discípulos, no aquellos que presenciaron el primer milagro, no su familia, no los Fariseos – fue la primera persona en suponer quién era Jesús. El Mesías es aquel que te muestra quien eres tu al mostrarte quién es él – es él quien atraviesa todas las barreras, rompe todas las reglas, quita todos los disfraces – y quién le habla como alguien que le ha conocido toda su vida. “vengan”, he aquí un hombre que me dijo todo lo que hecho”. Vengan, conozcan a Jesús.”

Oración: Jesús, gracias por amarnos a pesar de nuestra forma de ser. Amen.

Preguntas:
1. ¿Cuándo ha salido usted a alcanzar las vidas de aquellos que no pertenecen a ningún lugar?
2. ¿Cuál es el ejemplo que quiso dejar Jesús a la iglesia de hoy en esta historia?

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