Cuando Marta supo que Jesús llegaba, fue a su encuentro; pero María se quedó en la casa. —Señor —le dijo Marta a Jesús—, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Juan 11.20-21(NVI)
Martha y María eran de personalidades muy diferentes. Martha era del tipo activo, ocupada, obsesivamente hospitalaria, mientras que María era meditativa, del tipo contemplativo.

A veces no hay “blanco” para nuestros comentarios con “si hubiera”. Sin embargo muchos de nuestros comentarios de este tipo esconden la verdadera pregunta de lo que estamos preguntando: “¿En dónde estás tú, Dios?” C. S. Lewis dijo en su libro Una Pena en Observación “Cuándo eres feliz, tan feliz que piensas que no tiene sentido necesitarlo a El, si te vuelves a El con alabanza, serás recibido con los brazos abiertos. Pero acude a El cuando estás en desespero, cuando cualquier otra ayuda es vana, y ¿Qué es lo que encuentras? Una puerta cerrada en la cara, y un sonido de doble cerrojo desde adentro. Luego de eso, un silencio. Bien puedes devolverte.” Cuando sus oraciones no son contestadas, ¿Culpa usted a Dios? ¿Culpa a los demás? O ¿puede que “culpe” usted a la oración?
Dios está bien familiarizado con los “si hubiera”. La única razón por la que Jesús estaba en Palestina era porque Dios, herido y en angustia luchaba con la creación humana que había elegido el pecado, en vez de la plenitud de vida. Casi puedo ver los ojos de Dios cerrarse fuera del Jardín del Edén, mientras respira y piensa “… Si no hubieran elegido el pecado, no tendría yo que ir – y morir en una cruz.” Jesús era la culminación del mayor “si hubiera” en toda la historia.
Oración: Jesús, cuando las cosas van mal, ayúdanos en nuestra fe. Amén.
Preguntas
1. Pondere su propia lista de “si hubieras....”
2. ¿Qué podría remover los “si hubieras” de su vida?
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